Más de 25 años después de su primera publicación en España, Ivrea recupera ‘3×3 Eyes’, el mítico manga de Yuzo Takada
El mercado del manga en España vive una nueva edad dorada -ojalá, esta vez, sin sobresaltos-. La mejor prueba de ello es la publicación de grandes obras clásicas, hasta ahora inéditas por aquí, pero también la recuperación de aquellos primeros títulos pioneros de los años 90, fallidos en ventas en su momento pero unidos a la memoria sentimental de aquella primera oleada de otakus. Más de un cuarto de siglo después de su primera edición por Planeta DeAgostini en formato grapa, Ivrea rescata la largamente demandada ‘3×3 Eyes‘ de Yuzo Takada, en una edición que constará de 24 tomos dobles.
¿De qué va la historia? Yakumo Fujii es un estudiante de bachillerato normal y corriente, con la salvedad de que compagina sus estudios con el trabajo de camarero travestido en un bar gay. Un buen día se planta ante él una joven llamada Pai. La chica trae bajo el brazo el cráneo del padre de Yakumo, un antropólogo que, en su afán por estudiar los yokai -monstruos del folclore asiático-, había desparecido en el Tibet. Con el resto óseo viene una carta, en la que el investigador pide a su hijo que cumpla su última voluntad: cuidar de la portadora de la misiva, última representante de una raza de tríclopes inmortales.
Aunque Yakumo es escéptico con las palabras de su padre, tarda poco en comprobar que la cosa va en serio: en Pai conviven una personalidad humana y otra monstruosa, que se manifiesta cuando en su frente se abre un tercer ojo. Pero esto es solo el principio… En su primer enfrentamiento con los acólitos del poderoso rey demonio que persigue a la muchacha, Yakumo muere, pero resucita convertido en el esclavo inmortal de Pai. Así pues, el destino de ambos está unido indisolublemente, en un viaje que los llevará por el mundo en busca del remedio que los (re)convierta en humanos.
Aventura ochentera
‘3×3 Eyes’ inició su serialización en Japón en 1987, prolongándose hasta 2002. Si bien se publicó en una revista de perfil adulto, el propio autor reconoce que es básicamente una historia de corte juvenil. Sin duda, para aquel lector de principios de los años 90, ese que ha reclamado con insistencia la reedición de la obra, este manga tenía en su momento todos los ingredientes para gustarle: a la estructura clásica del relato de aventuras suma erotismo, gore y romance, situándose un peldaño por encima en cuanto a ‘adultez’ que el rey de la época, Dragon Ball.
Leída hoy, ‘3×3 Eyes’ ya no sorprende, pero sí mantiene el tipo y deja un buen sabor de boca en sus primeros compases, ese agradable regusto de la fantasía desprejuiciada de los años 80 donde todo era posible.
*Artículo publicado originalmente en la revista Z nº75