¿Volverá alguna vez a circular el tren que unió Pau con Canfranc? Este es un anhelo común que comparten los habitantes de Aquitania y Aragón desde hace más de 40 años, cuando el servicio ferroviario que cruzaba los Pirineos fue interrumpido. La hermosa estación de Canfranc quedó apeada en el andén de la Historia, pero no en el olvido. La línea transfronteriza es ahora la protagonista de ‘Paul y el misterio del Pau-Canfranc‘, un cómic de aventuras realizado por el francés Robert Minguez que tendrá una edición conjunta a cargo de Mira Editores (Zaragoza) y Éditions Cairn (Pau).
Diseñador gráfico de formación, Minguez llevaba tiempo pensando en este tebeo. «Conozco la línea del Canfranc y su estación desde siempre, y tengo 43 años. Apasionado por las obras arquitectónicas que se encuentran a lo largo de la vía, siempre me ha dado pena su estado de perdición», explica el autor, que reside en Pau desde 2008 y suele visitar tierras aragonesas. Minguez se interesó por las diversas iniciativas que luchan tanto en Aragón como en Aquitania por la reapertura de la vía, y pensó que el cómic sería «un estupendo modo de comunicación para revelar su historia y despertar conciencias sobre la necesidad de reabrir el paso fronterizo tanto a los trenes de viajeros como de mercancías».
En ello estaba trabajando cuando se cruzó en su camino el periodista aragonés Ramón J. Campo. «En enero de 2011, Ramón presentó su libro ‘Canfranc, el oro y los nazis‘ en Pau, y fui a escucharle con mucha atención para aprender algo de esta sorprendente y desconocida historia. Me inspiró mucho este tema para, quizás, llevarlo cómic, y le pregunté si el trabajo que yo estaba desarrollando podía tener algún interés. Su respuesta fue muy positiva, y me dio más motivos y ganas todavía. Él reforzó la fe que ya tenía con mi idea original y me aseguró que debería seguir avanzando en ello», rememora Minguez. Además del apoyo moral, el periodista buscó acomodo al proyecto a este lado del Pirineo, en Mira Editores.
A través de los ojos de Paul, el lector descubre en las 68 páginas de este álbum el contexto histórico, geográfico, político y social del paso ferroviario por los Pirineos centrales. Pero lo que más destaca Minguez, por la relación que tiene con su trabajo como diseñador gráfico, es la arquitectura, así como el legado cultural y artístico que supone esta línea. «Siempre me han fascinado las ruinas, las viejas construcciones, los lugares deshabitados y abandonados. Cada vez que veo un sitio así me quedo pensativo sobre el modo de vivir de sus poblaciones desvanecidas y también, tal vez, me siento triste o nostálgico. Ese ultimo sentimiento proviene de que la lastimada obra publica revela el poco caso que se le hace al trabajo invertido y al sufrimiento de los que construyeron esos proyectos».
Llevar al cómic cerca de 100 años de historia ha supuesto invertir «mucho, mucho, mucho trabajo», confiesa Minguez. Sin embargo, la intensa labor de documentación le ha permitido «dar vida a ese contenido en un formato sencillo y accesible a todos públicos». A lo largo de las páginas se van desgranando las causas que condujeron a la construcción del ferrocarril. Para Minguez, «todos deberíamos comprender esos motivos, porque son los mismos que garantizarán la reapertura de la línea».
En el tebeo se otea un futuro optimista para los viejos raíles del Pau-Canfranc. «El tren volverá… No soy mago, pero yo creo que volverá. Reabrir el Canfranc no es un sueño ni una fantasía, es una necesidad y un realidad negada», sentencia Minguez. ‘Paul y el misterio del Pau-Canfranc’ se presentará en Francia el 8 de noviembre, en la feria del libro de Pau, y en breve llegará a las librerías aragonesas.