La guerra es una puta mierda. Este año se conmemora, como bien se encargó de recordar el 32 Salón del Cómic de Barcelona, el centenario de la Gran Guerra. Tras las grandes cifras y batallas, millones de pequeñas historias envueltas en el choque entre naciones y banderas. De una de estas ha surgido un cómic maravilloso, ‘Degenerado’ (Dibbuks), de Chloé Crunchaudet, el perturbador relato de amor entre una costurera y su marido, un soldado desertor travestido. Un buen puñado de premios en Francia han venido a certificar la calidad de esta obra.
‘Degenerado’ está libremente inspirado en el ensayo ‘La Graçonne et l’Assassin‘, en el que se narra con pelos y señales la historia real del matrimonio formado por Paul Grappe y Louise Landy. Recién casados, él es llamado a luchar por su país, pero las penurias y horrores de la guerra de trincheras lo deciden a desertar. Escondido en una cochambrosa habitación de hotel y con solo el sueldo de Louise para mantener a los dos, la desesperación le lleva a disfrazarse de mujer para poder salir a la calle. Es solo cuestión de tiempo que el Gobierno amnistíe a los desertores, piensan. Pero no, Francia va a dejar pasar una década hasta perdonar a los traidores a la patria. Diez años en los que Paul vive como Suzzane Landgard.
A lo largo de las 160 páginas de ‘Degenerado’, el lector asiste a la transformación de Paul en Suzzane. Lo que al principio era un disfraz, poco a poco se convierte en una nueva personalidad, hasta el punto de que Paul está más cómodo como mujer que como hombre. A su lado, en todo momento, su esposa, amante y cómplice necesaria para mantener el engaño. Una relación en un constante y precario equilibrio, pero casi siempre unida, lo mismo en el taller de costura en el que ambos acaban trabajando -Paul, como experta bordadora- que en los juegos sexuales a los que se lanzan con desconocidos en la oscuridad del bosque.
Además del tema de la identidad sexual, Chloé Cruchaudet aborda en ‘Degenerado’ el trauma que supuso para los soldados la guerra, mostrando en tono onírico cómo las imágenes del campo de batalla persiguen a Paul años después del fin de la contienda. Lo hace con un trazo casi bailarín, en el que se libera del marco de las viñetas para conducir con fluidez la lectura. Su blanco y negro, salpicado de rojos aquí y allá para subrayar determinados elementos, se demuestra eficaz tanto para plasmar los horrores de la guerra como la vida alegre de Paul/Suzanne.
‘Degenerado’ es un cómic que atrapa desde sus primeras páginas, y del que es imposible despegarse hasta llegar a su sorprendente final. Sutileza y crudeza bailan al compás en esta obra. Chloé Cruchaudet ha dado en el clavo con qué historia contar y cómo contarla.