La película de Tim Burton, taquillazo absoluto a pesar de las reticencias con la que fue recibida por la crítica, ha revivido uno de los mitos más queridos por los ‘raritos’ de la clase. Las editoriales aprovechan el tirón y publican varios cómics sobre el personaje de Carrol.
Tim Burton mola. Tiene sus grandes aciertos y tiene sus pequeños pecados (léase: ‘El Planeta de los Simios’), pero si algo lo caracteriza es que, con su universo ‘freak’, se ha hecho un hueco en el corazón de todo inadaptado que se precie. En esa exploración por el mundo de los ‘raros’, era inevitable que, aunque fuera por encargo de Disney, acabara llevando al cine ‘Alicia en el País de las Maravillas’. Y tan insoslayable era que Burton rodara su fantástica película como que, al calor de su promoción, surgieran unos cuantos cómics inspirados en el mundo creado por Lewis Carroll. (Otro inadaptado que, por cierto, aglutina en su biografía las variadas ocupaciones de sacerdote anglicano, lógico, matemático, fotógrafo y escritor. Ahí queda eso).
Entre las ‘Alicias’ que se han publicado estos días -incluida una adaptación oficial de la película y el complejo tocho ‘Alice in Sunderland’, deBrian Talbot-, quizás la que más entra por la vista es la del francés David Chauvel y el belga Xavier Collette (Ediciones Glénat). Los pinceles de este último recrean a las mil maravillas -nunca mejor dicho- el universo de Carroll. En sus páginas mandan los colores oscuros, con una estética alejada de la luminosidad de Disney, que sumerge de lleno en el ambiente de locura chunga del relato. Este tebeo sigue además al dedillo la historia de Carroll, e incluso la protagonista se parece a la niña que inspiró el cuento, Alice Liddell, cuyo pelo era negro como la garganta del gato de Cheshire. No está de más recuperar el original cuando, vista la taquilla de la cinta de Burton, dentro de unos años es posible que los ahora niños piensen que el libro está basado el la película…
(Publicado en el Muévete de Heraldo, 23-04-2010)