Chema Cebolla (Zaragoza, 1971) es un corredor de fondo. Fue uno de los integrantes del fanzine 451º, del que salieron nombres como David López, Javi Pina, Fernando Blanco o Jesús Saiz. Más que de los supertipos en mallas, Cebolla siempre ha sido de antihéroes, así que hace más de 15 años que creo para aquella mítica publicación su personaje Harry Clever. El detective más listo de la ciudad ha ido dando tumbos de aquí para allá hasta que recaló en Thermozero Cómics, donde vive una segunda juventud y protagoniza su primera novela gráfica, ‘El rayo de la muerte‘.
‘El rayo de la muerte’ triunfó como la cocacola en el pasado Salón del Cómic de Zaragoza y se agotó. Con motivo de la segunda edición corregida de ‘El rayo de la muerte‘ (Thermozero Cómics, 64 páginas, 3 euros, a la venta aquí), entrevistamos a su autor.
¿De dónde surge ‘El rayo de la muerte’?
Después de hacer muchas historias cortas quería dibujar una larga. La idea original la escuché en un programa de curiosidades de Radio5 Todo noticias. Me pareció buena para desarrollarla en muchas páginas y fui aderezando y aumentando la historia hasta conseguir las 64 de las que consta ‘El rayo de la muerte’.
El protagonista es tu personaje fetiche, Harry Clever, que también tiene su historia.
Harry Clever se convierte en un todoterreno que se adapta a situaciones dispares. Creo que la ventaja de repetir personaje es que alcanzas cierta destreza al dibujarlo y eso permite rapidez y dinamismo.En la historia descubrimos alguna pincelada de su vida privada, pero el personaje todavía es una caja de sorpresas.
La trama empieza como la típica historia de detectives ‘hardboiled’, y aunque mantiene el tono durante toda la obra, pronto adquiere tintes casi filosóficos. No te gusta desvelar mucho del argumento, pero algo podrás explicar…
Al escribir el guión me planteé que, por un lado, se contaría la trama y, por otro, cada uno de los personajes aportaría alguna vivencia que sería lo que enriquecería y daría interés al conjunto general. El inicio de la historia consiste en que un rayo de una tormenta aniquila a la familia de un millonario, y este invierte toda su fortuna en demandar a Dios como culpable del mortal suceso. Cada personaje que va apareciendo aporta su punto de vista, mientras que la historia continua de manera cada vez más alocada.
Lucha libre, música, sexo, escenas sacadas de cuadros de Caravaggio, abogados, economía, poesía, religión… ¿Cómo logras meter tantos temas y referencias en la trama principal?
Esta aventura está contada de una forma absolutamente personal, así que aparecen muchas de mis paranoias. Como no tenía muy claro que pasaría con este tebeo me lo tomé con calma y lo completaba en mis ratos libres, de manera que me ha llevado 2 años concluirlo. En ese tiempo apuntaba en mi libreta de notas acontecimientos, curiosidades, frases o ideas dispersas que luego he ido metiendo en la historia, a veces casi con calzador
También hay un particular humor cáustico.
Considero que el humor es fundamental para poder tragarse ciertas historias. Hacer humor es una tarea difícil, porque para darle el giro divertido a las cosas hay que repensar la situación varias veces. Me considero una persona bastante sosa, por lo que aportar humor me supone un esfuerzo extra. Desde las primeras páginas queda claro que esta historia hay que verla desde el punto de vista de un humor casi surrealista.
Llama mucho la atención el tratamiento de los personajes femeninos. Una de las protagonistas tiene cuatro ojos y la otra dos cabezas.
Todos los personajes, tanto masculinos como femeninos salen algo malparados en esta historia. Todos tienen algún rasgo característico que los diferencia e identifica rápidamente. En el caso de estas mujeres se trata de rasgos físicos severos, pero que no restan en ningún momento ni atractivo físico, ni tensión sexual, ni ansias de poder. Quizá se trate de algún trauma que reside en mi subconsciente.
Por temática, por espíritu, incluso por precio y formato,¿Es un tebeo netamente pulp?
Sí , es un tebeo muy pulp porque tiene muchísimos ingredientes pulp. En realidad quería hablar de la idea de dios de una manera sosegada y fantasear sobre dios sin censura ni ataduras, pero el envoltorio se ha tragado esa intención.
¿Cuáles son tus referentes tebeíles y cinematográficos? Da la impresión de que eres un voraz consumidor audiovisual.
Sí que hay un claro efecto coctelera en esta aventura. Soy un ávido consumidor de cómic y cine y trato de conocer lo más reciente. Pero al final siempre acabo viendo pelis clásicas en blanco y negro y de copiando viñetas de Kirby y de tiras de prensa de EE.UU. de los 50.
Hasta ahora siempre habías publicado historias cortas. ¿Cómo ha sido abordar una de 64 páginas, a la que has calificado como ‘novela gráfica’?
Todo fue bien hasta que fijamos una fecha de entrega. Ha sido realmente agotador poder llegar a tiempo, porque como ya he dicho me lo tomé con mucha calma y tengo muy poco tiempo libre para dibujar. Poco a poco vas aprendiendo a planificarte y organizarte para afrontar este número de páginas.
Como autor, en tertulias y conversaciones, siempre te has mostrado preocupado de que tu obra sea accesible al público de forma inmediata y sin obstáculos. Supongo que de ahí el formato grapa.
Es importante que el esfuerzo y la ilusión que se invierte en hacer un tebeo sea recompensado la lectura y el agrado del público. Este formato grapa , casi una autoedición, permite al autor publicar sin censuras y a precio barato. Los aficionados y demás publico no tienen excusa para no comprarlo.
En cuanto a tu forma de trabajar… ¿Tienes el guión pensado o vas desarrollándolo sobre la marcha?
Tengo gran ansiedad por dibujar y gran pereza para escribir. Generalmente hago un ‘storyboard’ de la idea que tengo en la cabeza, luego dibujo la historia completa y al final relleno los textos. Realmente es un método muy poco ortodoxo. Siempre prometo escribir un guión entero antes de empezar a dibujar, pero creo que no lo he cumplido nunca. A la hora de pensar las historias los titulares de prensa son muy socorridos. Hoy en día la portada de cualquier periódico da para varios guiones de terror.
¿Cuántas páginas puedes dibujar al día?
‘El rayo de la muerte’ se dilató 2 años en el tiempo porque entre tanto dibujé infinidad de páginas para otros proyectos. Suelo dibujar los fines de semana, pero no todos. Así que cuando me pongo tengo que rentabilizar el tiempo. Lo normal es en sábado hacer el ‘storyboard’ y el lápiz de ocho o nueve páginas, y el domingo entintado y escaneado de las mismas. Durante la semana voy trabajando esas páginas en el ordenador en pequeños ratos libres.
Tienes una larga trayectoria en fanzines y fuiste uno de los integrantes de 451º, en cuyas filas estuvieron gente como David López, Fernando Blanco o Javi Pina. Ahora estás en Thermozero, donde participas de forma muy activa, e incluso en Malavida. ¿Qué es lo que te atrae tanto de la escena fanzinera?
Hasta el momento en que encuentre un guionista y una editorial para hacer algún proyecto en serio, las revistas y fanzines son la manera de ir publicando todas mis historietas. Indudablemente la gran ventaja de estos es la libertad creativa.
Aunque nunca has parado, en la pasada década estuviste un tiempo alejado de la escena comiquera. ¿Cómo la encontraste a tu regreso?
La escena comiquera la encontré con muy pocas caras nuevas. Pero ha habido una confraternización entre todos los actores de esta escena como jamás la había habido. En general el buen rollo y la cooperación entre distintos colectivos y autores de cómic de Aragón está más alto que nunca y esto también se nota a nivel creativo. No es por hacer la pelotilla pero gran parte del mérito lo tiene Thermozero, y eso es verdad.
¿Tienes la tentación de «matar» a Harry Clever y trabajar en otros proyectos?
¿Tiene Ibáñez intención de matar a Mortadelo? Inicialmente Harry Clever era tan listo que moría en todas las aventuras. Como sus historias son tan surrealistas podría morir y resucitar sin problema. Pero de momento no voy a deshacerme del personaje. Esto no quita para que tenga la pertinaz intención de trabajar en todos los proyectos que se me pongan por delante…