‘Dead Body Road’. Con estas tres palabras Justin Jordan se monta un tebeo, y encima le sale chulo. Con la inestimable ayuda, eso sí, de Matteo Scalera y Moreno Dinisio, sin cuya complicidad gráfica el resultado no sería el mismo. En ‘Dead Body Road’ (Planeta Cómic), Orson Gage es un tipo duro, con un pasado con más oscuros que claros, al que le han arrebatado lo que más quería. Los atracadores que mataron a su mujer no sabían con quién se las iban a tener que ver. Gage busca venganza, total y absoluta. Una venganza que va sobre ruedas y a toda pastilla.
Con la mirada puesta en las novelas de Richard Stark, Justin Jordan (‘Luther Strode’) crea una historia de venganza, carretera y sangre. El protagonista es Orson Gage, un expolicía cuya mujer cae asesinada a manos de unos facinerosos durante el atraco a un banco. Gage emprenderá una auténtica cacería para acabar con todos los hombres cómplices del crimen. En su cruzada se verán envueltos Cobb, antiguo policía como él, pasado al lado incorrecto de la ley, y Rachel, la mujer de uno de los implicados en la fechoría. Al otro lado, una banda sanguinaria para la que el asalto a la entidad bancaria solo era el aperitivo de un negocio mucho mayor.
Diálogos cortantes, disparos a quemarropa, persecuciones a todo gas y pocos escrúpulos jalonan el camino al infierno de Gage. Una ruta en la que, como en toda historia de venganza, hay también algo de búsqueda de redención. El torrente de acción trepidante no deja espacio ni para el respiro ni para la reflexión. El relato, lineal y con pocos recovecos, tampoco la pide, y el guionista no se esfuerza en provocarla. Tiene bastante con que la trama avance a cien por hora, y el artefacto se sostiene.
El mérito de que el viaje acabe bien lo tiene el dibujante Matteo Scalera, con la compañía al color de Moreno Dinisio. En un cómic que en buena parte transcurre sobre cuatro ruedas, las escenas de persecuciones son espectaculares y están muy bien narradas. Llevar al lenguaje del cómic persecuciones de coches, en sí mismas casi un género cinematográfico, tiene que ser complicado. El dibujante italiano lo hace con una naturalidad pasmosa, y no una, sino varias veces a lo largo de ‘Dead Body Road’. Sale bien parado incluso de un capítulo en el que el trío protagonista sonsaca información a uno de los malos dentro de una furgoneta, a la vez que son perseguidos por una banda de moteros. Un interrogatorio en plena persecución que, lejos de parecer una situación forzada, resulta creíble gracias a la puesta en página de Scalera. El uso de dobles páginas con viñetas distribuidas en horizontal imprime aún mayor sensación de velocidad a la acción.
‘Dead Body Road’ probablemente no aporte nada nuevo como historia de venganza. Se le puede perdonar. Resulta una lectura entretenida y absorbente, en la que vale la pena embarcarse para disfrutar del arte de Matteo Scalera.