Las dicharacheras Dolores y Lolo siguen rompiendo moldes en el segundo recopilatorio de la serie de El Jueves
“Va a suceder, el verano del amor / Sé que va a suceder, la revolución sexual”. Dolores y Lolo, abuela y nieta unidas por el amor filial y la precariedad salarial, llevan ya tiempo instaladas en la revolución sexual que predica la canción de La Casa Azul, tal y como se puede leer en esta ya más que asentada serie de la revista El Jueves. Astiberri acaba de publicar el segundo recopilatorio con las páginas semanales publicadas entre 2018 y 2019, con guion de Iván Batty y dibujo de Mamen Moreu (que desde el pasado mes de diciembre pilota en solitario la nave), en un tomo de colorida portada que, con unas yayas blandiendo unos satisfyer, ya da idea, por si alguien todavía no conoce la serie, de por dónde van los tiros.
Lolo ejerce el poliamor con la fuerza de los mares y el ímpetu del viento, con Alberto y con Mar; esta última tiene a su vez una relación, a puro grito y en silencio, con Cris; a Alberto y a Cris les gustaría ser monógamos, pero a Lolo y a Mar ya les va bien ir y venir de cama en cama, amando en la distancia y en el tiempo… Con sus amistades tampoco se aburren, con un elenco en el que brilla con luz propia la diva Stela, una drag queen de pueblo inspirada en la carismática Adore Delano, concursante de la sexta temporada de RuPaul’s Drag Race. Dolores hace tiempo que dejó el escándalo atrás en cuanto a la vida de su nieta, y ella y sus colegas de la tercera edad se han apuntado a la fiesta, porque la vida es corta y la pensión ni te cuento.
Picor intergeneracional
Aunque el picante es el ingrediente más llamativo de las aventuras de esta tropa, Dolores y Lolo no deja de ser una serie costumbrista que refleja muy bien el momento de la sociedad actual (sin ir más lejos, durante el estado de alarma la autora ha sabido sacar punta al encierro). Las cuitas poliamorosas de veinteañeras y octogenarias se entremezclan con asuntos como la precariedad laboral, los apuros de las pensionistas, la intolerancia de los carcas, la tiranía de las modas… Buen ejemplo de todo esto es la historieta de diez páginas que cierra el álbum, y que supone un extra inédito a modo de sainete.
Desde el humor y el desenfreno, este cómic es una firme defensa de la libertad de amar y pensar, y solo ya por eso hay que celebrarlo.
Artículo publicado originalmente en la revista Z