Tras la autobiográfica ‘Piruetas’, Tillie Walden vuelve a deslumbrarnos con ‘En un rayo de sol’, un romance en clave de ciencia ficción
El amor brilla más que las estrellas. ‘En un rayo de sol‘, la nueva novela gráfica de Tillie Walden, de la que La Cúpula acaba de editar en España la primera parte -la segunda y definitiva aparecerá en abril- es un bellísimo canto al amor; no a un eros perfecto e imposible, sino uno real, tan gozoso como doloroso. La autora de ‘Piruetas‘ asombra con el relato de una ardiente pasión que transcurre en la frialdad del espacio, en un contraste deslumbrante.
‘En un rayo de sol’ -que en su primera versión fue un webcómic- narra la historia de Mia, una joven que se incorpora a una cuadrilla espacial dedicada a la restauración del patrimonio que vaga por el espacio. Mientras la protagonista trata de hacerse a su nuevo entorno, donde la dureza del trabajo se contrapone a la camaradería con sus nuevas compañeras, destellos de su pasado se entrecruzan con su presente. Así, descubrimos que Mia fue alumna de una prestigiosa escuela, en la que su pasión por el Lux -un deporte que preparara a las jóvenes para ser futuras pilotos- solo es superada por su romance con Grace, una chica recién llegada a centro. Grace esconde un secreto que puede separarlas para siempre, pero quizás entre las ruinas espaciales Mia encuentre la manera de estar juntas de nuevo…
Tillie Walden construye una historia fascinante en un mundo fascinante. Estamos ante una sociedad interplanetaria formada solo por mujeres -o mejor dicho, donde no hay varones identificados con el género masculino-. Es una decisión que sigue la estela de otros autores, como Cristian Robles en su ‘Mameshiba‘ o Noelle Stevenson en ‘Leñadoras‘ (en esta, aunque aparecen chicos, toda la acción se sustenta en protagonistas femeninas), y que aquí parece tan normal y asumida que incluso puede pasar desapercibida.
La trama transcurre sobre un escenario de ciencia ficción bastante alejado de los estereotipos del género: no vemos planetas al uso, sino masas flotantes sobre las que se levantan construcciones de asombrosa arquitectura -una de las pasiones confesas de Walden-; el medio de transporte no son mamotretos volantes a lo Star Wars, sino estilizadas naves con forma de pez. La autora se cuida mucho de ofrecer explicaciones sobre lo que vemos: esto es lo que hay, no necesitas saber más ni distraerte en embrollos técnicos. Esta la falta de contexto puede generar cierta dificultad para entrar en la historia durante las primeras páginas, pero una vez se establece la composición de lugar, todo fluye.
El apartado gráfico es apabullante: los diseños ya citados; el uso del color, con muy pocos tonos de fuerte intensidad dramática; el manejo de la silueta y las expresiones de los personajes… A esto hay que sumar la maestría con la que Walden conduce a lector, con un preciso dominio de los tiempos, donde sobresale el impacto de las ‘splash-page’.
Quizás lo más fascinante de todo es cómo la autora logra en ‘En un rayo de sol’ un equilibrio perfecto entre el frío del espacio y el calor de las emociones. Tillie Walden es tan buena que asusta.