Esteban Hernández (Ciudad Real, 1979) es una de las visitas más refrescantes que va a tener el IX Salón del Cómic de Zaragoza. Desde 2007, este autor va a obra por año: ‘Culpable e historias cortas’ (Bang Edicion ‘Qu4troccento’ (Dolmen Editorial), ‘Suéter’ (Planeta-DeAgostini Comics) y ‘¡Pintor!’ (Sins Entido).
Este último trabajo le ha valido a Hernández el Premio Novela Gráfica Fnac-Sins entido. ‘¡Pintor!’ narra la historia de un par de primos españoles que buscan, por los lavabos de todo Londres, los murales que un pintor de su barrio dejó por diferentes edificios de la capital británica. Sus pesquisas les conducirán hasta el primer cine porno londinense…
El autor responde por correo electrónico a nuestras preguntas.
Aseos, arte y un cine porno… ¿De dónde surge la curiosa combinación que aborda ‘¡Pintor!’?
Los aseos salen del oficio de mi padre, que es fontanero y el arte viene de mi formación universitaria en Bellas Artes. Por otro lado, cerca de mi casa hay un cine porno. Creo que es el único en toda Valencia y de vez en cuando paso por delante. De ahí y de lo que me invento después, viene todo.
¿Hay cierta reivindicación de los «artistas» de los aseos públicos y, en general, de los artistas anónimos?
No creo que en las paredes o las puertas de los aseos públicos haya algo artístico que reivindicar. Con ‘¡Pintor!‘ he querido exponer lo que podría pasarle a una persona anónima que, como particularidad, ha tenido el hábito de dibujar por placer toda su vida y casualmente lo hace realmente bien. Se trata de un anónimo que dibuja, más que de un artista anónimo.
En tu anterior obra, ‘Suéter’, ya recurristes a personajes bastante curiosos, y aquí aparecen un par de primos algo lanzados, un jubilado misterioso y un fanático religioso. Sin embargo, no te sales de lo cotidiano…
Creo que con cotidianías es más fácil introducir a un lector dentro de una historia. Lo cotidiano ofrece muchos puntos en común entre desconocidos. Mis personajes son manejados por sus circunstancias y eso es lo que hace que sean curiosos. Intento que sean peculiares por algún tipo de fuerza mayor.
‘Suéter’ era una tragicomedia, ¿en ‘¡Pintor!’ te has decantado por la comedia sin el prefijo trágico?
La nota de prensa dice que se trata de una comedia melancólica. Pero lo mejor es que cada uno decida qué le ha parecido.
Quizás es lo que tiene ambientar la historia en los váteres de Londres… ¿Hay trabajo de «documentación»?
No, ninguno. Los váteres tienen muchas cosas en común entre ellos y habiendo tenido una fontanería tan cerca, no me hizo falta mirar cómo es un grifo, una cisterna o un plato de ducha.
Es tu obra más larga hasta el momento. ¿el formato novela gráfica te ha supuesto mayor esfuerzo o te otorga más libertad para contar lo que quieres?
Me da mas libertad. En ciento y pico páginas tengo más cancha para detallar más aspectos de la historia o de los personajes. También es cierto que es exige más esfuerzo.
Vienes a firmar al Salón de Zaragoza. Estas citas hace tiempo que van más allá del mercadillo y son también foros sobre el medio ¿El contacto con los lectores influye en la obra de un dibujante?
Sí. Dibujar tebeos exige muchas horas solitarias de dedicación y llegar a uno de estos eventos y ver que lo que haces tiene respuesta es muy bueno. Te hace seguir.
Y para acabar ¿en qué andas metido ahora?
Estoy preparando el sexto número de mi fanzine ‘Usted’ y estoy trabajando en una nueva novela gráfica.