‘Gunning for Hits’, de Jeff Rougvie y Moritat, Image, enero 2019-en curso
1987. Martin Mills es un A&R de una compañía discográfica. Pero no uno cualquiera. El mejor. Ya sería uno de los directivos de la compañía si no fuera porque prefiere trabajar como independiente fuera de los focos, para evitar que alguien haga averiguaciones sobre su pasado. En su todavía corta carrera ha descubierto y ha firmado más bandas de éxito que cualquiera de sus colegas y rivales. Tiene un oído estupendo para detectar posibles éxitos, es bueno negociando, sabe cómo adelantarse a todo el mundo y, si las cosas se tuercen, siempre puede hacer uso de las habilidades de su antigua profesión: mercenario y asesino a sueldo. Porque en un mundillo tan competitivo y despiadado como el de la música, las pistolas pueden ser muy útiles.
Martin acaba de adelantarse a toda la industria a la hora de firmar a Stunted Growth, un grupo muy prometedor liderado por Billy, un genio creativo de primer orden que compone canciones geniales a patadas, dominado por su novia y manager Diane. Todo va bien. Pero de repente entra en escena Brian Slade, una versión malvada y retorcida del gran David Bowie. Un mito del rock de los 70, en su día innovador, genial, inspirador y magnético como nadie, y por el que tanto Martin como Billy sienten una admiración incondicional. Slade está en su peor momento, todos le dan por acabado, pero todavía tiene carisma suficiente como para sacarle a Martin un jugoso contrato por su nuevo disco. Un disco que, por desgracia, probablemente será un fracaso porque tras años de excesos Slade está creativamente muerto. A no ser que logre aprovecharse de Billy y robarle sus canciones. Algo que podría poner en peligro la rentabilidad de ambos.
Éste es el argumento de ‘Gunning for Hits‘, serie escrita por Jeff Rougvie e ilustrada por Moritat que ha publicado Image desde enero. Una sátira vitriólica sobre las interioridades de la industria musical, entretenida, divertida y muy interesante, especialmente para apasionados de la historia del rock.
Jeff Rougvie hace su debut en los cómics, aunque ha confesado que siempre ha sido una de sus grandes pasiones, de hecho estuvo estudiando arte con la idea de dedicarse a dibujar. Sin embargo, acabó dedicándose a su otra pasión, la música. Desde los años 80 ha trabajado para la industria discográfica en diferentes cargos y compañías, y todavía hoy lleva su propio sello discográfico. Ha trabajado con muchos grupos conocidos, siendo el más importante el propio Bowie, al que homenajea aquí. Toda esta experiencia se plasma en la obra, un proyecto personal al que lleva dando vueltas durante un par de décadas, y en el que se nota que sabe perfectamente de lo que habla.
Moritat, por su parte, es un dibujante americano que lleva publicando regularmente desde los 90, y que ha trabajado sobre todo para DC (‘All-Star Western’, ‘The Spirit’, ‘Hellblazer’, ‘Liga de la Justicia’), aunque también se le ha visto en otras series como ‘Sheena’, para Dynamite, o ‘Elephantmen’, para Image.
La obra ha tenido una buena acogida. Se ha publicado un primer arco de seis números que parece cerrar la miniserie, y a mediados de julio aparecerá un tomo recopilatorio. La historia se cierra con la promesa de nuevas aventuras de Martin Mills, y Rougvie parece tener muchas más historias que contar, aunque puede que tengan que esperar un poco porque al parecer está escribiendo un libro con la historia de Rykodisc, compañía para la que trabajó durante muchos años. Ojalá no tarde demasiado en retomar el cómic, porque es una lectura estupenda.