Érase una vez una niña llamada Gertrude que soñaba con visitar una tierra de magia y fantasía. Y de alguna manera le fue concedido su deseo. Trasladada (quizá un tanto bruscamente) al país de las hadas, allí es recibida por la reina Cloudia que le informa de que para volver a casa sólo tiene que llevar a cabo una búsqueda por el país hasta encontra una llave mágica que le permitirá abrir la puerta de regreso. Una búsqueda llena de aventuras y diversión que sólo debería llevarle aproximadamente un día.
De esto hace veintisiete años.
En este tiempo Gertrude no ha cambiado físicamente, pero se ha vuelto totalmente amargada, desquiciada y ultraviolenta, una auténtica psicópata sin el más mínimo respeto por los habitantes de este mundo en que se encuentra atrapada, y que aniquila todo aquello que se le ponga por delante. Tan lejos están llegando sus tropelías que la propia reina Cloudia decidirá tomar cartas en el asunto para tratar de librarse de ella. Por desgracia no es tarea fácil…
Este es el punto de partida de ‘I hate Fairyland‘, serie escrita y dibujada por Skottie Young y publicada por Image, y en la que se parodia (de un modo especialmente sangriento) el género de la fantasía y de los cuentos para niños, presentando en cada nuevo número una nueva colección de tópicos del género para su inevitable masacre y aniquilación por parte de la protagonista.
Skottie Young es un reconocido dibujante e ilustrador que empezó a trabajar para Marvel en 2001, sobre todo como portadista, pero también haciéndose cargo de varias series (‘Antorcha Humana’, ‘Veneno’, ‘New Warriors’, ‘New X-Men’) e incluso pudo permitirse escribir él mismo algún número. En 2009 iniciaría su aclamada serie de adaptaciones de los libros de ‘El mago de Oz’, también publicada por Marvel, y con la que conseguiría un gran éxito, habiendo adaptado hasta ahora los seis primeros libros de la saga. Tras haberse encargado durante un año de ‘Mapache Cohete’, en 2015 decide probar fuera de Marvel con ‘I hate Fairyland’, primera serie de su propiedad después de quince años trabajando por cuenta ajena.
La serie ha tenido una gran acogida, tanto a nivel crítico como de ventas, suponiendo un nuevo éxito para Skottie Young. En principio se trataba de una miniserie de cinco números, y de hecho en su quinta entrega la historia podría cerrarse perfectamente, pero en vista de lo bien que estaba funcionando y, al parecer, de lo bien que se lo está pasando Young dibujándola, el autor ha decidido seguir adelante con la serie. Una buena noticia, aunque no tendrá fácil mantener el nivel de diversión y subversión de su primer arco.