«La Cosa del Pantano es un personaje especial para mí«, dice el Jesús Saiz. A buen seguro que esta afirmación la comparten muchos aficionados al cómic, que guardan en la memoria la gloriosa etapa que Alan Moore escribió para la serie. La diferencia es que Saiz lo dice desde la perspectiva de quien en breve se va a ocupar de dibujar al mítico monstruo-planta.
El dibujante aragonés se incorporará a la colección de DC Comics a partir del número 21 de ‘Swamp Thing’, que aparecerá en Estados Unidos en junio. Saiz se alternará en el dibujo con el barcelonés Kano (‘Gotham Central’), y tendrá a los guiones al hasta ahora desconocido Charles Soule. No es la primera participación de Saiz en ‘The New 52′, el “renacimiento” de la editorial DC Comics, en el que también está presente otro aragonés, Fernando Blanco.
Aunque todavía se desconocen los detalles del argumento, se ha desvelado la presencia de un nuevo personaje, Capucine, que parece va a ser importante dentro de la serie, y en cuyo diseño ha trabajado Saiz. «Desde luego estoy encantado», asegura el dibujante. «Conocí el personaje de crío a través de un álbum que recopilaba los primeros números de la serie en blanco y negro. Recuerdo que compré el tebeo fascinado por el dibujo de Bernie Wrightson, y después me arrastró la historia. Lo siguiente que leí de la Cosa fue la etapa de Alan Moore, y claro, me convertí en fan de por vida».
Sobre cómo va a enfocar su trabajo en ‘Swamp Thing’, Jesús Saiz confiesa tener cierta presión. «Tengo muy presentes tanto la etapa de Wrightson, como la de Stephen Bissette y John Totleben y la de Yanick Paquette, así que más me vale encontrar mi propio hueco, mi propia voz, porque a la sombra de monstruos del dibujo como esos es muy fácil pasar desapercibido. Y más cuando tu compañero de viaje es otro monstruo, esta vez en la forma de Kano».
Saiz tuvo no hace mucho la ocasión de colaborar brevemente con Len Wein, el creador de ‘Swamp Thing’, en la serie Legacies. «Fue un momento de esos en que notas retorcerse de gusto al niño que fuiste y que aún llevas dentro, al encontrarte trabajando con alguien cuyos tebeos tanto te impresionaron. He trabajado con muchos guionistas, muchos muy buenos, pero ese escalofrío especial sólo recuerdo haberlo tenido al oír el nombre de Len Wein». ¿Quién le iba a decir a aquel niño que acabaría dibujando a uno de sus personajes favoritos?