Kenny Ruiz (Alicante, 1980) hace tiempo que es un valor seguro del cómic español. Así lo avalan obras como ‘Cazadores de rayos’ (Dolmen) o ‘Dos Espadas‘ (Glénat). Esta última, que recibió el Premio a mejor manga español del Salón del Manga de 2011, es la que trae bajo el brazo al X Salón del Cómic de Zaragoza, donde firmará ejemplares el sábado 17 a las 17.00.
Además, invitado por la Asociación Thermozero Cómics, Kenny Ruiz participará junto a Carlos Bribián (‘Pinocho Blues’) en la charla ‘Hacer manga en España’, que tendrá lugar el mismo sábado. Será de 12.00 a 14.00 en el Centro Joaquín Roncal – Fundación CAI-ASC (C/ San Braulio, 5-7), con entrada libre. Una oportunidad única para conocer a dos autores excepcionales.
‘Dos espadas‘ cuenta la historia de Cira, una chica que vive con su banda en los suburbios bajo la Escuela Unicornia, el centro de esgrima en el que se forman los responsables de mantener el orden en el mundo. Pero Cira quiere demostrar que su talento con las espadas sirve para algo más que robar, y pondrá todo su empeño en convertirse en una Primera Espada. Este manga esta editado por Glénat dentro de su Línea Gaijin, pero su primera versión se publicó originalmente para el mercado francés en formato álbum.
‘Dos espadas’ es un proyecto por el que has apostado tanto como para incluso cambiarlo de país, editorial y formato… ¿Qué tiene para ti esta historia?
Pasión y entusiasmo, sentimientos que lucho por mantener, pero que se pierden en la tarea profesional. Con esta historia puedo recuperarlos como cuando era adolescente. Vamos, que mola infinito.
«Haremos un tebeo tan flipado como los japoneses pero inspirado en la historia europea», confiesas que fue tu primera idea… ¿Era más fácil decirlo que hacerlo?
No, hacerlo fue muy fácil, me lo paso tan bien que todo fluye sin problemas, el problema fue venderlo a una editorial, y conseguir que se fliparan una décima parte de lo que lo estaba yo.
‘Dos espadas’ es un manga lleno de acción, con escenas de duelos de espada muy impactantes… ¿Has trabajado especialmente este aspecto, incluida la documentación histórica referente al arte del esgrima?
Hacer buenas escenas de acción y en concreto buenas coreografiás de peleas, siempre ha sido mi obsesión. Por otro lado, creo que para contar algo con honestidad tienes que haberlo experimentado lo mas posible… Por suerte no hago un cómic de deportes de riesgo, así que me apunte a esgrima, y fue la mejor idea que he tenido respecto al proyecto. No solo descubrí un deporte que me encanta si no que implante todo lo que aprendí en la historia, dándole mas profundidad y matices.
Además conocí un monton de gente genial, que entre caña y caña me contaban cosas de esgrima antigua como la «Verdadera Destreza». También paso mucho tiempo en la Wikipedia, leyendo de todo, y buscando como apoyar mi historia en hechos más o menos verídicos.
Recibiste en el Salón del Manga el premio a mejor manga español… ¿Crees que con este formato y estilo has encontrado la fórmula para que ‘Dos espadas’ llegue a un público amplio, tanto aficionado al manga como no?
Creo que es el formato donde la historia puede desarrollar todo su potencial. La libertad de paginación y la dinámica de las páginas explota mucho mejor el concepto de esta serie. Lo del publico… Creo firmemente que si la historia es buena y has elegido el mejor formato, al final llegaras a todos.
¿Te gustaría que, por una vez, en lugar de invertirse la lectura de oriental a occidental, fuera al revés y tu cómic se publicara en Japón?
Me gustaría publicar mi obra hasta en Klingon, pero claro, en concreto me encantaría saber que opinan los lectores japoneses de mi interpretación de sus formulas, y competir con los maestros a los que admiro en la misma liga, seria emocionante.
Este cómic no es solo manga en cuanto a lo formal, sino que también tiene influencia japonesa en cuanto a la manera de trabajar, ya que has contado con asistentes a la hora de llevarlo al papel… ¿Por qué crees que esta dinámica no se estila más por estos lares?
Siempre han existido ayudantes, que se lo pregunten a Ibáñez, o a Hergé, pero no está tan profesionalizado como en Japón porque no hay dinero para pagarles. Si Rubén Candel no fuese un buen amigo y un fan de la serie no hubiese podido contar con él. Ha cobrado, pero nada comparado con lo que se merece.
Falta todavía un tomo por publicar… ¿Dejarás cerrada la historia o el mundo de ‘Dos espadas’ da para varios tomos más -si el mercado así lo quiere-?
Espero que dé para muchísimos más, pero si que cerrare el arco argumental y contestaré a las principales preguntas. Pero quiero hacerme rico y retirarme con esta serie, así que tengo una baraja en la manga.
Otro de tus proyectos futuros es elaborar un álbum basado en ‘Malefic’, el mundo creado por los aragoneses Luis y Rómulo Royo… ¿Cómo afrontas este reto?
Está siendo muy interesante. Luis y Rómulo son unos artistas tremendamente accesibles y cercanos, me están dejando trabajar a mis anchas y apoyándome muchísimo. Nunca había pensado en trabajar así; es difícil sumergirse en un universo que para ellos es tan basto y complejo desde solo unos cuantos apuntes, pero poco a poco voy entendiendo sus reglas. Estoy leyendo mucha documentación y planteándoles diferentes tramas para encontrar el argumento que mejor se incruste en su mitología. Es guay.
Por último, el sábado hablarás en el Centro Joaquín Roncal de lo que supone hacer manga en España… ¿Puedes adelantar algún consejo?
Me encanta trabajar para España porque está el publico que conozco, la gente que me importa, y los editores que confían en mi porque ya tienen referencias de mis otros trabajos. Pero la situación económica está fatal, necesitamos vender muchísimos más ejemplares que hasta ahora, y para eso lo único que podemos hacer es ser los mejores. Ese es nuestro objetivo.