Koomic, la nueva web de venta de cómic digital, ha levantado muchas expectativas. Si ayer hablaban autores y aficionados, ofrecemos ahora una segunda tanda de opiniones. Primero la de los propios responsables de Koomic, y después la de los libreros Enrique Fernández, de Taj Mahal, y Pedro Abad, de Excelsior! Comics.

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José Espinosa, director de desarrollo de Koomic.com:

Nuestra aparición abre un camino al sector del cómic hacia el entorno digital. Creemos que es positivo para la modernización del sector y que abre nuevas posibilidades tanto de difusión como de promoción, ya que acerca el cómic a nuevos posibles lectores y a las nuevas generaciones llamadas «nativos digitales».
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Sobre la relación con autores y editoriales:
Últimamente se habla mucho de precios, porcentajes, reducción de costes del entorno digital etc… Lo que si es cierto que un cómic digital tiene un proceso de producción muy distinto al del papel (no hay imprenta, no hay distribución física, no hay almacenaje, etc), hay algo en lo que mucha gente no se fija: los costes tecnológicos. Las inversiones en software, desarrollo, servidores y demás son muy elevados y si además añadimos la evolución constante y sin fin del sector tecnológico. Con esto no queremos decir que no lo consideremos un negocio viable, sino no estaríamos aquí, pero sí que tardará unos años en ser rentable.
Koomic no es una editorial, es una plataforma de venta de cómics digitales. Creemos que la función del editor es imprescindible para garantizar un filtro en la calidad de los productos que llegan al consumidor.
El autor es el pilar principal de la industria. Sin ellos, que generan contenidos, el resto de la cadena no tendría sentido. Por ello creemos que el autor debe ser remunerado de forma que pueda ganarse la vida con su obra. Ahora mismo estamos en el punto de partida, en los próximos años veremos la evolución del mercado digital y será el mercado en si mismo (como pasó en su momento con el papel) el que encuentre el equilibrio.
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Enrique Fernández, de la librería Taj Mahal:
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Cuando hace un par de años conocimos la iniciativa de Koomic (iniciativa de una distribuidora de tebeos muy importante), el promotor nos comentó que estaba pensado para que tuviera la participación de editores, distribuidores y libreros. Tiempo después y tras ver como se ha desarrollado la cosa (nosotros no habíamos vuelto a recibir información tras la primera toma de contacto), simplemente ayer la veía como un competidor más. Sin embargo, hoy, un día después de su puesta en marcha, he recibido una comunicación de Koomic en la que se muestran interesados en que distribuyamos tarjetas prepago para su servicio de venta digital. Así pues, parece que, efectivamente, va a haber cierto grado de colaboración y no nos limitaremos a ser competidores de contenido con distinto formato.
La influencia en el mercado del comic… es difícil de vaticinar. Hay que tener en cuenta que cualquier tebeo que quieran vender está ya circulando por la red de forma irregular. Sin leyes fuertes que ataquen la piratería es difícil saber hasta qué punto es un negocio con posibilidades, al menos en España, donde triunfa el «por qué pagarlo si lo puedo tener gratis». A día de hoy la realidad nos dice que el principal competidor en lo que a formato digital se refiere es la propia internet. Lo importante para los que nos dedicamos a este mundillo será saber leer el mercado y adaptarnos a las circunstancias. Y en cuanto a las ventas del comic «analógico», seguramente serán superadas por el digital tarde o temprano pero no sabría decir cuanto puede tardar en ocurrir.
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Pedro Abad, de Excelsior! Comics:
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Lo del formato digital lo veo como complemento a lo que nunca va a extinguirse, que es el papel impreso. Estamos muy acostumbrados a olisquear y disfrutar del cómic ya sea en grapa o en novela gráfica. De momento, la oferta es escasa, y falta para que el lector de toda la vida cambie sus costumbres, pero como medio para patrocinar un título en concreto, o iniciar al hábito de la lectura  a los más pequeños, ya nacidos tecnológicos, me parece genial.

¿Cómo va a afectar a las ventas, digamos, “normales”? Pues como se imponga el formato digital, el efecto va a ser demoledor para las librerías, pero habrá que adaptarse rápidamente o perder un tren que ya empieza a moverse cada día más deprisa.