¡Menudo despiste! Cuando leí que Planeta se disponía a editar ‘Las aventuras de Nilson Groundthumper‘ pensé que el bueno de Stan Sakai había desempolvado por fin su viejo y querido proyecto de realizar una novela gráfica de corte fantástico y medieval protagonizada por su primer conejo espadachín. Pero no. Lo que Planeta ha editado en España, siguiendo fielmente la edición original de Dark Horse en Estados Unidos, es un álbum con las historias cortas en las que aparece ‘el otro conejo’ del creador de Usagi Yojimbo. Nacido antes que el conejo samurái, Nilson es más que un simple precursor de Usagi: tiene un mundo y una voz propias, y sus aventuras tienen más de diversión que de épica.
Stan Sakai dio vida a Nilson Groundthumper allá por 1979, aunque no sería hasta 1984 cuando vería la luz en el primer número de Albedo, publicación especializada en cómics protagonizados por animales antropomorfos, y la misma revista en cuyo nº2 aparecería Usagi Yojimbo. Influenciado por ‘Groo‘, de su amigo Sergio Aragonés, Sakai quiso realizar un tebeo de fantasía medieval, y para ello ideó a Nilson, un conejo espadachín en busca de una cruzada a la que sumarse. Junto a Nilson colocó a Hermy, una cobaya tan bonachona como simple, que haría las veces de escudero. El plan de Sakai era ambicioso: las hazañas de Nilson ocuparían una novela gráfica de unas 2.500 páginas, en una saga al estilo de ‘El señor de los anillos’, en la que Usagi Yojimbo tenía reservado un papel secundario. Sin embargo, 30 años después, los aficionados al cómic sabemos cómo acabo la cosa: Sakai se enamoró del personaje de Usagi, tanto como para haberle dedicado casi toda su carrera como historietista. El proyecto original quedó definitivamente apartado, y Nilson fue relegado a aparecer en un puñado de historietas cortas.
Aunque Nilson Groundthumper casi pasara a ser una anécdota en la carrera de Sakai, el autor ha ido sacando hueco a lo largo de los años para hacerle vivir correrías sueltas, la última de ellas en 2013. En ellas seguimos su vagar a la búsqueda de alguien que quiera alquilar su espada, negocio que le dará dolores de cabeza consiga o no el trabajo. Valiente y perspicaz (pero sin exagerar), Nilson tiene su contrapartida en Hermy, un bondadoso bobalicón cuya falta de luces siempre pondrá en peligro cualquier empresa. Sin embargo, entre los dos surge una sincera amistad que los convertirá en una inseparable pareja de desventuras, para alegría del lector.
A diferencia de lo que ocurre en ‘Usagi Yojimbo’, en estas páginas no hay atisbo de drama o profundidad. Son historietas de puro entretenimiento, en las que las hazañas frente a magos, ladrones y monstruos están trufadas de gags y tienen siempre un desenlace cómico. ‘Las aventuras de Nilson Groundthumper’ pueden clasificarse sin visos de duda como un álbum infantil y juvenil, y como tal es muy recomendable, pues tienen el toque inconfundible de un narrador magistral. Los completistas de la obra de Sakai quizás quedarán algo decepcionados por el tono amable de la obra, pero encontrarán un mundo familiar en el que además podrán apreciar de un vistazo la evolución gráfica del autor. Si hay que ponerle un pero, ese es el estridente color de algunas páginas (y aquí me atrevo a especular: ¿son quizás las que han sido coloreadas por Ryan Hill en lugar de por Tom Luth, colorista habitual de Sakai?).
‘Las aventuras de Nilson Groundthumper’ constituyen un entretenido y divertido cómic de fantasía y aventura, ideal para todos los públicos, en el que Stan Sakai se relaja y abraza el espíritu del ‘Groo’ de Sergio Aragonés.