El asfalto se derrite, el aire quema. Afuera hace más calor que en las calderas del infierno, pero se queda corto comparado con los grados que alcanzan las entrepiernas en el nuevo tebeo de Artur Laperla. Conocido entre buena parte del público comiquero por su personaje infantil Superpatata, el autor barcelonés llevaba mucho tiempo tramando un proyecto completamente diferente. Un cómic protagonizado por un sonriente, cachas y bien dotado maromo ante cuyos encantos ninguna dama se resiste… Se llama ‘Melvin‘ y lo acaba de editar Bang Ediciones.
Melvin parece tener solo dos misiones en este mundo: repartir sonrisas y repartir amor. Con unas espaldas de impresión y un bigote de lo más sexy, Melvin no necesita hablar para causar furor. Todas – o casi todas- las féminas que se le acercan saben sacar el mejor partido a esa máquina sexual enfundada en unos pantalones que contravienen cualquier indicación médica acerca de la circulación de la sangre. Él no hace, se deja hacer. Pero no todo va a ser follar. Melvin también tiene ocasión de enfrentarse en un duelo de patines con la Gran Ramona, meterse en líos con la policía de lugar y provocar una revuelta hippie.
Diríase que Laperla, a otro nivel que su protagonista, también ha gozado con el tebeo. ‘Melvin’ se sitúa en un terreno intermedio entre el homenaje y la parodia al erotismo estadounidense de los años 70. Un aire pulp que queda redondeado por el propio formato del cómic y por una narrativa con pocas viñetas por página, al más puro estilo «novelas gráficas para adultos», aunque aquí con un dibujo encantador y a todo color. Melvin bien podría ser un ‘Magnum 44’ pasado de anabolizantes.
«Melvin solo conoce la ley del amor. Tiene buena dentadura, pasión y destreza. Melvin es afrodisíaco». Melvin, añadimos nosotros, protagoniza un tebeo fresco y divertido, una lectura ligera perfecta para disfrutar en la tumbona del paseo marítimo con un mojito en la mano. Promete más entregas, y tiene pinta de que si el público responde tiene cuerda para rato.