«Moulinsart pierde en La Haya el juicio por Tintín«. El crítico y divulgador Álvaro Pons ponía ayer sobre la pista de esta noticia, adelantada por el diario belga Le Soir. Según este rotativo, al que luego se han sumado otros medios como el francés Le Figaro, un proceso judicial por el uso indebido de imágenes del personaje de Hergé podría llevar, de forma inesperada, a abrir la cuestión sobre la propiedad de los derechos de Tintín, que tan celosamente ha administrado la sociedad Moulinsart desde la muerte de su creador. Una asociación de tintonólogos holandesa ha presentado ante los tribunales un documento de 1942 por el cual, supuestamente, Hergé habría cedido los derechos de publicación de sus álbumes a la editorial Casterman.
El origen del juicio está en la demanda de Moulinsart a la asociación holandesa Hergé Gentooschap, por reproducir esta en sus publicaciones ilustraciones originales de Hergé. La sociedad gestora de los derechos de Tintín se ha mostrado implacable en los últimos años en su política de llevar a los tribunales a cualquiera que haya usado la imagen del reportero del tupé sin su autorización. En España, es conocida la retirada de ‘El loto rosa‘, el libro que escribió Antonio Altarriba.
Sin embargo, con Hergé Gentooschap el tiro le habría salido por la culata. Según informa Le Soir, que cita a su vez al periódico holandés NRC Handelsblad, la asociación de tintinólogos aportó en su defensa un documento de 1942, cuya copia les fue proporcionada por un anónimo experto en Hergé. Se trata del contrato de edición por el que el autor cedía explícitamente los derechos de sus álbumes a Casterman. Un contrato que nunca habría sido impugnado por Fanny Rodwell, viuda y única heredera de Hergé. Al darle el tribunal holandés la razón a Hergé Gentooschap, e incluir como prueba en la sentencia este documento, se abre la posibilidad de que se desate una batalla legal por la propiedad de Tintín.
Mientras tanto, los tintinólogos holandeses se han alzado con una victoria sobre Moulinsart, que podría abrir a su vez la veda para que otras agrupaciones de aficionados reclamen las multas impuestas en su momento.