Jamelgas en moto, dinosaurios, marcianos, osos pandas mutantes, apocalipsis, un tío con gabardina y cinta de pelo… ‘Slash Maraud‘ es un tebeo que tiene todo para triunfar. El tándem formado por Doug Moench y Paul Gulacy (que a pachas se han hecho perlitas como ‘Master of Kun Fu‘ o ‘Batman vs. Predator‘) firma este cómic de ciencia-ficción y acción con sabor al mejor cine palomitero de los ochenta.
‘Slash Maraud‘ es una mini-serie de seis números editada por DC entre 1987 y 1988, que llegó a España con la extinta Ediciones Zinco en 1990. La historia causó una grata impresión en su momento, y dos décadas después todavía es recordada con cariño por muchos aficionados. Se sigue oyendo hablar de ella -en uno de los primeros programas de Charrando de tebeos, XCar Malavida hizo una encendida recomendación; hace unos meses se acordaron de ella en Zona Negativa-, pero nunca se ha reeditado. Por eso, la única forma de conseguirla es en el mercado de segunda mano, y así es como hace pocos días cayó en mis manos.
Slash Maraud es un tipo duro. En un mundo invadido por unos alienígenas peludos, es el único que se ha cargado a unos cuantos y ha sobrevivido para contarlo. Los cambiantes, como se llama a los extraterrestres por su capacidad de transformación, no están en la Tierra de vacaciones: su objetivo es convertirla en su nuevo hogar. Para ello están inyectando ADN mutante en la corteza terrestre y así poco a poco recrean la atmósfera de su planeta. Hay un pequeño inconveniente para la raza humana, y es que una vez finalizado el proceso, el aire será irrespirable para los hombres.
La acción arranca cuando faltan tan solo cinco años para que se complete la extinción. Buena parte de la humanidad está cayendo a manos de los cambiantes o de los voraces saurios que ahora pueblan la Tierra; otros prefieren colaborar con los invasores y pasar como mejor puedan su último lustro de vida. Solo unos pocos están dispuestos a dar batalla. Entre ellos, Wild Blue, una heroína de pelo azul enfundada en unas mallas de estampado cebra. Antigua amante de Slash Maraud, logra convencerle para que se embarque en una última y desesperada acción para salvar a la raza humana.
Juntos emprenden un viaje en busca del Dr. X, un científico cambiante renegado que está dispuesto a ayudar a los humanos a parar el proceso de exterminio. En su camino se les unirán las aguerridas Damazonas y los macarras Gladiatrix, un par de bandas motorizadas que dan al tebeo aires de ‘Mad Max‘. Entre todos intentarán llegar a París, ya que la Torre Eiffel es el lugar desde el que los invasores bombean el fluido letal. En su ruta deberán hacer frente a pandillas de humanos locos y a cambiantes, a los que Wild Blue no dudará en hacer frente con todos sus recursos… Aunque estos sean erótico-chungos.
‘Slash Maraud’ es un gran tebeo de ciencia-ficción, una excelente réplica a las grandes películas del género de los años 80. Lo hace desde la estética -aunque es de ley reconocer que Gulacy consigue crear un universo propio- y desde la personalidad de los personajes. Slash es el típico tipo duro hecho para la acción, con rostro petreo y sentencias -más o menos acertadas- para todas las situaciones. No se queda atrás el resto del variopinto elenco, que en muchas páginas roba protagonismo al héroe. La historia avanza con fluidez, con un guión lúcido que contiene las proporciones justas de aventura, humor e incluso romance. Todo un ‘blockbuster’.
Moench y Gulacy anunciaron en su momento una segunda parte de ‘Slash Maraud‘ que nunca llegó. Una lástima, aunque todavía lo es más que esta obra esté sin reeditar en España. Este tebeo merece ser considerado como un clásico de la historieta de ciencia-ficción. No lo dejen escapar si alguna vez cae en sus manos.