¡Nada como inspirarse en los clásicos! En esto de los tebeos, cuando uno habla de clásicos no se refiere a Ovidio, Cicerón o Tito Livio, sino a referentes como André Franquin. Cuando en 2010 Fabien Vehlmann y Yoann se hicieron con las riendas de las aventuras de Spirou y Fantasio, decidieron retomar los elementos que convirtieron en canónica la etapa de Franquin al frente de la serie. El resultado fue ‘La amenaza de los zorketes‘, el álbum con el que Dibbuks ha decidido en este 2015 reiniciar la colección regular en España tras un largo parón.
No hay respiro en ‘La amenaza de los zorketes’. Una llamada de su amigo el conde científico pone en alerta a Spirou y Fantasio, que acuden de inmediato hasta Champiñac. Allí encuentran que el otrora tranquilo pueblo está tomado por los militares, que impiden el acceso y están evacuando a la población. ¿Qué pasa al otro lado? Ninguna barrera impedirá a nuestros héroes colarse en la zona restringida, donde descubrirán con asombro cómo el bucólico paisaje de Champiñac se ha convertido en una exótica selva llena de plantas y animales imposibles. Entre ellos, los zorketes, unos seres violentos de nula inteligencia. ¿Quién estará detrás de todo esto? La mano de un viejo conocido del eterno botones no parece andar lejos…
Este es el argumento de un álbum trepidante y divertido, donde acción y humor conviven en perfecta armonía. Vehlmann construye un sólido guión en el que, a pesar de introducir elementos nuevos como los zorketes, se mantiene muy pegado al espíritu original de la serie. Quizás, por ser Vehlmann un escritor del que uno siempre espera lo mejor, se echa de menos algo más de riesgo e innovación. Pero ya se sabe que, cuando se trabaja con materiales sensibles, los experimentos es mejor hacerlos con gaseosa. Y es que, si bien este no era el primer contacto con el personaje de este equipo creativo (realizaron antes ‘Los gigantes petrificados‘, en la colección ‘Una aventura de Spirou y Fantasio por…’), este era el álbum con el que asumían la importante responsabilidad de continuar el trabajo de sus antecesores en la colección, Morvan y Munuera.
Yoann, con color de Hubert, se marca un dibujo lleno de dinamismo y expresividad, con una puesta en escena que hace fluir la acción con la fuerza y velocidad de un río de aguas bravas. Mención especial merece su trabajo a la hora de recrear la selva en la que se convierte Champiñac, un mundo de alucine que transforma esta historia en una aventura de corte exótico, y en cuyos paisajes vale la pena detener la mirada.
‘La amenaza de los zorketes’ es un buen punto de partida para una etapa que promete. Para los nuevos lectores, es el título perfecto para iniciarse en el Spirou moderno; para los veteranos, un agradable reencuentro con un Spirou con aires clásicos en el que no faltan los habituales guiños al glorioso pasado de la serie.