Cine y cómic forman uno de los matrimonios de conveniencia más duraderos y mejor avenidos de la industria del entretenimiento. Raro es el día en que no surge una nueva noticia o se anuncia un lanzamiento en torno a esta prolífica alianza en la que los superhéroes, elevados a categoría de género cinematográfico como lo pueda ser el ‘western’ o el cine negro, se sitúan en la cima de la pirámide de la rentabilidad. Y no solo eso. El cómic -sus dibujantes y sus guionistas- han supuesto una inagotable y salvadora fuente de ideas para un Hollywood que arrastra desde hace años un profundo bache de creatividad, que no se explica solamente por la adversa coyuntura económica.
Ana Usieto escribe en Heraldo de Aragón sobre la tórrida relación entre los dos medios. El artículo completo está aquí.
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