‘The Pervert’, de Michelle Perez y Remy Boydell, Image, abril de 2018
La historia de una prostituta transexual tratando de sobrevivir su día a día en Seattle. Ésa es la sinopsis que ofrece la contraportada de ‘The Pervert‘, novela gráfica escrita por Michelle Perez y dibujada por Remy Boydell y publicada por Image en abril de 2018. La imagen de portada y al título casi hacían pensar que iba a ser un libro, si no porno, sí muy sexualmente cargado, aunque fuera con un dibujo naif de animales antropomórficos. Y no, para nada. Hay sexo explícito, claro, pero en general es un sexo frío, sin diversión ni erotismo. Lo que de verdad cuenta la obra es la historia de una crisis emocional que a mí me recuerda un poco a ‘Mi experiencia lesbiana sobre la soledad‘, que bajo su apariencia de historia sexual ligera escondía un tratado sobre la depresión.
Y depresión es lo que encontramos en ‘The Pervert’. La protagonista se siente mal con su identidad y rechazada por su entorno, pero, sobre todo, se siente vacía. En su proceso de transformación en mujer, ha ido perdiendo casi todo (la pareja, el trabajo), y se ve obligada a recurrir a la prostitución para sobrevivir ya que la medicación necesaria se lleva todo su dinero. Llega al punto de pasar días sin comer para no tener que venderse para pagar la comida.
‘The Pervert’ está estructurada en la forma de pequeñas escenas que componen la historia de manera no lineal, en parte porque sus primeros capítulos fueron publicándose como parte de ‘Island‘, la antología que editaban Brandon Graham y Emma Ríos, y en parte porque el de historia corta era el formato en que Boydell se sentía más seguro, al llevar ya tiempo publicando sus historias en Internet, aunque hasta ahora no había publicado ninguna obra en papel.
Menos experiencia tenía Perez, que debutaba en el mundo del cómic. Ambos se encuentran ahora mismo trabajando en nuevos proyectos, por ahora por separado, aunque parece ser que tienen la intención de volver a colaborar en un futuro.
El cómic ha tenido una buena acogida por parte de la crítica, pero puede no ser plato para todos los paladares. Es un drama amargo, una aproximación realista al tema de la prostitución, y en la que los breves respiros suelen ser la antesala de una situación más deprimente. El dibujo es simple pero efectivo, con un gran uso evocativo del color, especialmente en la parte final, y el guión es uno de los mejores que he leído este año. Un gran debut.