Tintín vale demasiado como para dejarlo escapar. Nada como un horizonte sin el maná de los ingresos que reporta la creación de Hergé como para enterrar el hacha de guerra, según informa Le Monde. Casterman, la editorial histórica del personaje, y Moulinsart, la gestora de los derechos del reportero en bombachos, comandada por el segundo marido de la viuda del dibujante, han dejado atrás sus diferencias y se han puesto de acuerdo para anunciar que habrá nueva aventura de Tintín en 2052. En esa fecha se cumplen 70 años de la muerte de Hergé, y el personaje pasaría a ser de dominio público.
Fin del negocio, hora de pasar a la acción. «Hergé no quería que otros crearan nuevas historias del personaje después que él, pero lanzaremos una novedad un año antes de que la obra caiga en dominio público», afirmó Nick Rodwell, el director de Moulinsart, la sociedad creada para «proteger y promover» el legado de Hergé, según declaraciones que recoge El País. El objetivo declarado es evitar que «cualquiera pueda ponerse a hacer aventuras de Tintín de cualquier forma».
Este celo sobre los derechos de Tintín, que ya ha quedado demostrado en anteriores ocasiones –que le pregunten a Antonio Altarriba-, contrasta con lo que está ocurriendo con otras grandes obras del cómic, como Popeye o Little Nemo, cuyos derechos son de dominio público desde hace unos años.