Es fácil imaginar que estamos a un solo paso de lo que plantea ‘Un futuro sin nubes‘, un nuevo álbum de Fabien Vehlmann publicado en España por Dibbuks. Cada vez que aceptamos, sin siquiera darles un vistazo, las condiciones de uso que nos impone una empresa tecnológica avanzamos inexorablemente a ese oscuro porvenir: un mundo controlado por una única corporación, dirigida por un empresario cuyo poder se ha hecho tan grande que roza el carácter divino.
En ‘Un futuro sin nubes’ (cuya edición original en Francia data de 2001) esa empresa se llama TechnoLab, y su dueño es F. G. Wilson. Este emprendedor hecho a sí mismo lleva décadas expandiendo su imperio, y ha logrado que sus aplicaciones tecnológicas, desde videojuegos a órganos sintéticos, se hayan convertido en indispensables para la vida diaria. Tanto que a los niños, nada más nacer, se les implanta en el cerebro un chip de TechnoLab que optimizaba las aptitudes físicas y mentales… Y cuyas cláusulas de uso especifican que el usuario no podrá hacer nada para perjudicar a Wilson.
De esta manera, Wilson ha conseguido ser dueño y señor de la humanidad sin que nadie pueda ni rozarle un pelo. Pero… ¿Y si alguien pudiera, haciéndole el bien, evitar que llegara al poder? Es lo que va a intentar Nolan Ska, un científico que decide viajar al pasado y ayudar al magnate a triunfar como escritor, de manera que aleje su camino de TechnoLab… Y es que, según la biografía oficial de Wilson, este se hubiera encaminado a la literatura si no le hubieran robado el manuscrito de su primera novela. Ska va a impedir que esto suceda, pero pronto descubre que ha pecado de ingenuo: el aún imberbe futuro dictador es, en realidad, un literato mediocre.
Pero Ska no se va a rendir. Decide emplearse como negro de Wilson, y comienza a escribirle historias de ciencia ficción inspiradas en sucesos reales de su pasado, en realidad el futuro del tiempo en el que ahora está. Así comienza (todo lo explicado aquí es apenas la introducción del tebeo) un divertido juego narrativo en el que realidad y ficción se van alternando, de manera que la trama avanza gracias a los seis relatos que Ska redacta para Wilson… Un trepidante y entretenido viaje futurista por prisiones, alcantarillas, naves espaciales y platós televisivos que bien podría estar firmado por el gran Antonio Segura, el desaparecido guionista de ‘Hombre’ y ‘Kraken’.
En el apartado gráfico, Velhmann cuenta con la complicidad de dos de sus colaboradores habituales: Ralph Meyer, con el que luego firmaría ‘IAN‘, y Bruno Gazzotti, con el que está desarrollando aún en la actualidad la aclamada ‘Solos‘. Los dos dibujantes se reparten el trabajo, de manera que, por capítulos y alternando, uno dibuja y el otro entinta. Su complicidad es tal que sus estilos quedan perfectamente fusionados, con un resultado excelente. Su labor queda resaltada por la fantástica edición de Dibbuks, que sigue en su línea de ofrecer tebeo europeo de calidad a un precio realmente ajustado (aquí, previa del álbum).
‘Un futuro sin nubes’ es un interesante juego de metaficción perfectamente diseñado para atrapar al lector, como unas ‘Mil y una noches’ 2.0. Una vez más, Fabien Velhmann (en este caso, el Velhmann del pasado, del año 2001) demuestra que su nombre en la portada de un álbum es sinónimo de entretenimiento inteligente. También da que pensar en sus dotes visionarias, ya que en este 2016 ese porvenir que imaginó hace tres lustros no parece una idea descabellada.