¿Hay por ahí algún nostálgico de ‘Hazañas Bélicas’? Si es así, puede encontrar un buen remedio a su melancolía en los mangas de Motofumi Kobayashi, que ha repasado con sus lápices el conflicto de Vietnam desde casi todas las ópticas posibles. Su obra más reciente en el mercado es »Vietnam War‘, un tomo con un planteamiento cercano al documental histórico.
Kobayashi, el primer japonés en dibujar una serie para Marvel, se atrevió ya a abordar esta guerra en ‘Cat Shit One‘, un curioso tebeo en el que los protagonistas eran conejos, gatos y cerdos. Tras el éxito de esta serie -publicada en España por Glénat, como la que nos ocupa-, el autor quiso despejar las dudas que sus lectores le planteaban dibujando ‘Vietnam War’, esta vez protagonizada por humanos.
A través del soldado estadounidense Tomkins, Kobayashi ennlaza tres historias cortas, en las que muestra situaciones de acción como una emboscada o un rescate, y en las que hay hueco para la camaradería militar o el drama de los civiles. Olvídense aquí del grafismo del manga, ya que el dibujo es extremadamente realista y detallista, y tiene una composición de página completamente convencional. Lo único que recuerda que estamos ante un manga es el sentido de lectura oriental.
Pero quizás lo que más peso tenga en la obra no sea el cómic, sino sus apéndices, que a través de textos y gráficos repasan la historia del choque entre Vietnam del Norte y Vietnam del Sur, uno de los hitos fundamentales de la Guerra Fría y el siglo XX. Kobayashi se recrea aquí explicando cada una de las armas y vestimentas de los soldados, abusando del detalle y la explicación táctica.
El tomo incluye además un par de historias cortas, una de las cuales adapta ‘Apocalypse Now’, que el autor reconoce como referencia. ‘Vietnam War’ opta por la visión estadounidense del conflicto, y en algunos pasajes trata de reflejar la muerte y miseria de la guerra, pero predomina el componente épico del enfrentamiento. La obra encantará a los amantes de la historia contemporánea -en su rama bélica- y puede considerarse un apoyo para la lectura de ‘Cat Shit One’. Pero para el aficionado común, tanto detalle y el predominio de la escena sobre la trama hacen un tanto espeso el tomo. Eso sí, no hay que negarle el valor didáctico, que bien podría hacerle un hueco en bibliografías especializadas. |