Estados Unidos, una ciudad pequeña. Duncan, el inadaptado del instituto, descubre por casualidad que Madison, una de las chicas más populares, tiene poderes, en concreto tiene una fuerza sobrehumana y es casi invulnerable. Él mismo confiesa también tener su propio poder. Compartir el secreto les lleva a hacerse amigos. Pero entonces se ven implicados en una muerte y se ven obligados a huir juntos, dejando atrás su casa y toda su vida.
Éste es el punto de partida de ‘We can never go home‘, serie escrita por Matthew Rosenberg y Patrick Kinlon y dibujada por Josh Hood para la joven editorial Black Mask Studios. A pesar de incluir elementos fantásticos propios del cómic de superhéroes, el espíritu de la serie está más cerca del cine independiente americano, contando la historia de dos adolescentes en una huida hacia adelante que les va a llevar (o no) a la madurez y a encontrar su lugar en el mundo.
Matthew Rosenberg y Patrick Kindlon son dos escritores que habitualmente forman equipo creativo y que, llegados del mundo de la música, llevan relativamente poco tiempo en activo. Tras darse a conocer con cómics autoeditados o publicados en Internet, debutaron profesionalmente en Black Mask en 2013 con ’12 reasons to die’, basada en ideas del rapero Ghostface Killah y sus amigos. Desde entonces han realizado algunas colaboraciones y complementos para Black Mask, Image o Marvel. ‘We can never go home’ es tan solo la segunda serie completa que publican.
Josh Hood, por su parte, es un dibujante ya con una larga experiencia, puesto que lleva publicando profesionalmente desde los años 90, habiendo trabajado para Marvel (en varias series de Spiderman) o DC (Superboy o la JLA). Tras unos años apartado del mundillo del cómic y dedicado a la ilustración, regresó brevemente en 2012 ilustrando varios números de ‘Grimm Fairy Tales’, pero desde entonces no había publicado nada, aunque es habitual de las convenciones de cómic americanas.
La serie ha tenido una acogida excelente, convirtiéndose en una de las sorpresas del 2015, y está siendo incluida por muchos críticos entre los mejores comic-books publicados este año. Las ventas han ido tan bien que la editorial ha tenido que realizar varias ediciones de sus números, y, si bien las tiradas de una editorial modesta no son del calibre de las de las grandes, es desde luego un éxito considerable poco habitual en el mundillo independiente. Aparecieron cinco números y este mismo mes acaba de aparecer un tomo recopilatorio. Aunque estaba concebida en principio como una miniserie autoconclusiva, tras el éxito obtenido se ha confirmado su continuidad en 2016.