Reseña por ISABEL CEBRIÁN

‘Chucrut’, el ‘coming of age’ de Anapurna

118-1_chucrut_website

Las primeras veces, la transición del mundo joven al adulto, el definitivo paso a la madurez, las rupturas y transformaciones que implican, son una fuente de historias inagotable y un tema recurrente de las óperas primas en todo tipo de artes narrativas: literatura, cine y, claro, cómic. A este género del ‘coming of age’ -tal vez algo tardío- pertenece ‘Chrucut‘, la primera novela gráfica de la artista e ilustradora Ana Sainz Quesada, Anapurna, ganadora del premio FNAC –Salamandra Gráphic 2014 y editada el pasado mes de noviembre.

El argumento es sencillo: Sara, una joven española, estudiante de arte, tocada emocionalmente por la reciente muerte de su padre, se traslada a Alemania para estudiar unos meses en el extranjero; allí hará nuevas amistades, se enfrentará a dolorosos recuerdos de la infancia, al desarraigo inherente a cualquier cambio de residencia y, sobre todo, a la convivencia con Greta, una anciana que esconde en el sótano de casa un secreto que dispara la imaginación de Sara, trufada de referencias artísticas sobre oscuridad, demonios y miedos, reflejo de sus propios sentimientos.

Anapurna (Palma de Mallorca, 1990), que estudió Bellas Artes e Ilustración y ha residido en Alemania, pone en juego elementos de autoficción y ejecuta la narración con sencillez; retícula sencilla, dibujo a lápiz con reminiscencias al trabajo lineal del grabado -la técnica que la protagonista, Sara, aprende en el tebeo- y el uso del rojo como elemento de contraste. Resulta interesante tanto en el plano gráfico como en el narrativo sobre todo en los pasajes de recuerdos y más oníricos, y en la representación de los sentimientos -desorientación, abandono, extrañeza o miedo- echando mano de un abanico de recursos reducido pero muy expresivo.

9c298031-fcee-49ef-a0e1-2a4bb9672d60

Contar la historia del salto a la vida adulta de Sara ha supuesto para Anapurna también un salto a la madurez en la narración gráfica, lo que se refleja en los siguientes trabajos que la autora ha compaginado con la creación y edición de ‘Chucrut’; en las imágenes del fanzine autoeditado ‘Letra negra’ que ha compartido en su tumblr o las ilustraciones para el libro ‘Aquí viven leones‘ de Fernando Savater traslucen las capacidades y la versatilidad de esta creadora.

Una capacidad y una madurez que en su día ya apreció el jurado del premio FNAC. En ediciones anteriores, el premio ya propició la creación y edición de primeras novelas gráficas tan interesantes como ‘La muchacha salvaje’ de Mireia Pérez (Sins Entido, 2011) o ‘Inercia’ de Antonio Hitos (Salamandra Graphic, 2014) y una vez más, ha sabido reconocer el talento emergente de una autora que con ‘Chucrut’ solamente ha despegado su trayectoria en la narración gráfica.