Podemos mirar a las estrellas, pero será para huir de los problemas de siempre. ‘Planeta Extra’, un título muy apropiado para la obra ganadora del primer concurso de cómics Planeta DeAgostini, nos lleva de viaje al futuro. A un porvenir en el que las cosas no son tan diferentes como parecen. La pobreza y la contaminación se han extendido por toda la Tierra, y la humanidad entera anhela emigrar a un nuevo hogar en un satélite de Júpiter, Luna Europa. ¿Toda? No. El transportista Quique Tetamani quiere quedarse en su planeta y Argentina natal, pero su familia parece confabulada para impedirselo.
Este es el planteamiento de la ganadora de un premio al que, hay que recordar, fue finalista el proyecto ‘Martín Almogávar’, de los aragoneses Fernando Monzón y Enrique Mendoza. Si la obra de estos últimos miraba al pasado, la de los argentinos Diego Agrimbau (guión) y Gabriel Ippóliti (dibujo) presenta un futuro donde los coches voladores están a la última.
Con su camioneta, Quique se gana la vida haciendo mudanzas para los ricachones que embarcan hacía Luna Europa. El camionero confía en que, cuando se acabe la emigración, la Tierra volverá a ser un paraíso para los que se queden. Pero sus planes se tuercen cuando su hija mayor aparece del brazo de un sinvergüenza que se la quiere llevar al espacio. Quique desconfía de su yerno, y sus temores se confirman cuando este le embarca en un negocio de transporte ilegal de mascotas…
Más allá de su futurismo, ‘Planeta Extra’ es una historia de emigración y de gente humilde que lucha por salir adelante. Nada que nunca haya dejado de estar de actualidad. Lejos de dramatismos, lo cuenta con humor y con un dibujo que, pese al origen sureño de sus autores, recuerda al mejor BD europeo. Destaca además el color, que deja ver bonitas pinceladas en los fondos.