Internet está dando grandes alegrías a los amantes del cómic. La facilidad de publicar y compartir contenidos hace tiempo que ha sacado a la luz el talento de dibujantes aficionados que, de otra manera, habrían visto amarillear sus creaciones en cajones y carpetas. Entre este magma virtual -del que se trató en el Salón del Cómic de Zaragoza-, a veces alguna obra da el salto al papel. Este es el caso de ‘Crónicas PSN’, del barcelonés Andrés Palomino, alias BLIP. Recientemente ha aparecido el segundo volumen recopilatorio de sus tiras diarias -que pueden ver en la web http://www.cronicaspsn.com-, un autorretrato de friki, con el que muchos aficionados se verán cómicamente identificados.
Las Crónicas PNS es una tira cómica diaria publicada de lunes a viernes, desde abril de 2008. Palomino, guionista de televisión, relata las aventuras cotidianas de su grupo de amigos, unos treintañeros aficionados a los juegos de rol, los cómics, los videojuegos, el cine y la cultura underground y friki. Así, nos encontramos con escenas bien reconocibles, como el drama del jevi que no quiere desprenderse de su camiseta de Conan -perdón, de Kull-, pasiones por pijadas tecnológicas como el ‘aiphone’, fantasías superheróicas en plena oficina, o delirantes ‘juicios’ a George Lucas sus precuelas de ‘Star Wars’.
Todo este repertorio, además, está muy pegado a la actualidad, y con la ventaja que solo los webcómic pueden ofrecer: darle al lector la oportunidad de proponer temas e influir en el desarrollo de las tiras. De momento, el libro de ‘Crónicas PSN. Volumen II: ¡A pelo!» está solo disponible en algunas librerías de Barcelona y a través de la tienda de su web.
Mientras unos dan el salto al papel, otros hacen el camino inverso, como José Fonollosa, autor de ‘El viaje de Darwin’. El dibujante ha comenzado hace apenas unas semanas su nuevo proyecto, un webcómic sobre gatos, bajo el nombre de ‘Miau‘.
El mundo de los tebeos en formato blog es amplio y difícil de abarcar. Por eso, les propongo que en los comentarios dejen enlazados sus webcómic favoritos, y entre todos dibujemos un mapa para una primera incursión por las viñetas virtuales.