A lo tonto, la línea de mangas filosóficos de Herder Editorial ya lleva más de una decena de títulos. Grandes obras como ‘El Capital‘ o ‘Ilíada y Odisea‘ han llegado a las librerías en adaptaciones bastante correctas, importadas de la factoría de la editorial japonesa East Press Co. Estos cómics son un aliado perfecto para llevar la filosofía hasta las aulas, pero también -y sobre todo- parecen pensados para el consumo rápido entre un público generalista con ganas de expandir su mente. Una sensación que queda reforzada con su último lanzamiento ‘El libro del Tao, el manga‘, en el que el pensamiento oriental se ilustra con ejemplos directamente dirigidos al oficinista medio.
En ‘El libro del Tao, el manga’ se van destilando los conceptos de la obra original a través de situaciones actuales. Encontramos a un trabajador temporal que se encuentra con un fajo de billetes, y vemos como los excesos no conducen a nada bueno. Un oficinista descubrirá esta misma lección cuando sea pillado in fraganti por el marido de su amante. Los problemas de reintegración en la sociedad de un preso ilustran sobre la conveniencia de dejar atrás los resentimientos y aprovechar la vida lo mejor posible. Las cuitas de una oficina prueban que es mejor actuar que hablar, y que lo blando vence a lo duro. «El hombre es solo un pedazo de la infinita naturaleza, por lo que debería tratar de vivir conforme a sus reglas», enseña el maestro del Tao.
Como ya es marca de la casa en los mangas de Herder, los conceptos básicos quedan bien explicados para cualquier lector, de forma sencilla y amena, con un dibujo efectivo al servicio de la pedagogía. Todo ello con una trama entretenida, por lo demás especialmente bien hilada en este volumen. Sin embargo, por las situaciones y tipos elegidos, este manga resta cierta ‘universalidad’ al camino del Tao y lo acerca bastante en algunos puntos a un manual de autoayuda para un oficinista (masculino, singular y japonés).