El autor de El incidente Darwin ofrece en El lugar donde se encuentran los piratas un manga de tesis que invita a reflexionar sobre los excesos en la protección de la propiedad intelectual
La escena es tremenda. Unos niños ensayan en clase de canto con su maestra al piano cuando un grupo de policías, armados hasta las orejas, irrumpen en el aula a través de las ventanas. De entonar una alegre canción, y mientras los niños lloran de puro pánico, la profesora pasa a estar encañonada, con las manos en alto y detenida por infringir la ley de propiedad intelectual. Bienvenidos a una distopía, otra más, en tiempo real.
Si algo ha caracterizado a Shun Umezawa (Kashiwa, 1978) a lo largo de toda su carrera como mangaka es su capacidad para generar desazón en sus lectores y darles material para la reflexión. Lo hizo como autor rompedor en Utopias o Bajo un cielo como unos pantis (ECC); lo está haciendo desde una óptica más comercial con El incidente Darwin (Distrito Manga), y lo hace en este El lugar donde se encuentran los piratas (Sekai Editorial), un auténtico manga de tesis.
En un futuro próximo, el mundo gira en torno a los derechos de autor. Tanto es así que existen tratados internacionales al respecto y una policía específica para perseguir los delitos contra la propiedad intelectual. La ciudadanía debe pagar un canon casi hasta por respirar: por usar determinadas expresiones al hablar, vestir patrones de ropa registrados, tararear canciones… Al limitarse la transmisión de conocimiento, la sociedad está retrocediendo en aspectos culturales y técnicos; los opositores son considerados “piratas” y perseguidos como terroristas.
El intransigente
“Me da igual si realmente son piratas o no… ¡Me aseguraré de que nada más entren aquí sean conscientes de que el delito contra la propiedad intelectual es un pecado mortal, equiparable a un asesinato!”. Así se las gasta Kadota, el alcaide de una prisión para infractores del copyright. Sus convicciones comienzan a tambalearse cuando es secuestrado por el líder de los “piratas”. Lejos de ser individuos peligrosos y violentos, este grupo tan solo trata de liberar licencias para que todo el mundo pueda beneficiarse. Y eso incluye las patentes médicas que podrían curar la enfermedad que padece el alcaide…
Con esta premisa, Umezawa plantea un intenso y apasionante diálogo entre los dos puntos de vista. El autor no esconde su postura y se sirve de la posición extrema del protagonista para poner en evidencia la sinrazón de las restricciones cuando estas atentan “contra la libertad individual y el interés público” (en sus propias palabras, recogidas en una entrevista al final del tomo). Resulta inevitable que, con tanta información, la lectura se haga espesa por momentos, pero aún así el dibujante se las apaña para que la acción fluya mientras las ideas calan.
Vale la pena vencer las reticencias que una portada poco atractiva pueda generar (extraña decisión editorial no usar la original). El lugar donde se encuentran los piratas es una propuesta inusual, un ensayo camuflado que cumple con su objetivo de invitar a pensar. Es también un ejemplo de coherencia: publicado originalmente en la web del autor, se edita en España bajo licencia libre.
El lugar donde se encuentran los piratas, de Shun Umezawa
Sekai Editorial, rústica, b/n, 134 págs., 8 euros.
Traducción de Juan Carlos Rubio
Artículo publicado originalmente en la revista Z