Alicia Martín Santos debuta en el cómic con Hecha a sí misma, una divertida ficción que se inspira en su experiencia profesional en grandes empresas de consultoría donde el ‘coaching’ es religión
Los premios te dan sorpresas, sorpresas te dan los premios. En un mundo tan precario como el del cómic, los premios (o mejor dicho, los concursos) de editoriales e instituciones siempre han sido una suerte de beca que ha permitido la aparición de nuevas voces en el medio. Tres ejemplos recientes: la última edición del Fnac/Salamandra Graphic va a descubrir al cómic a la zaragozana Marina Velasco; el premio Impulso Manga de GP Ediciones ha destapado otra promesa aragonesa, Héctor Cisneros; y por último, el que aquí nos ocupa, el II Premio Aristas Martínez de Novela Gráfica, ha permitido el sorprendente salto a las viñetas de Alicia Martín Santos (Madrid, 1984) con el título Hecha a sí misma.
El asombro viene porque, hasta esta obra, esta autora estaba totalmente fuera del radar comiquero. Su experiencia viene de otro proceloso mundo, el de la empresa multinacional. De ahí ha sacado el material que alimenta una sátira demoledora no solo con el discurso empresarial/emprendedor, sino con quienes se lo creen a pies juntillas. Esfuerzo, éxito, sueños, beneficios, recursos humanos… Un tremendo mojón alienante que Martín Santos deja al desnudo con una economía de recursos pasmosa.
Con C de ‘Coaching’
Tras diez años en la misma empresa, Cuca Baúmez aspira a llegar a lo más alto. En concreto, a la séptima planta, esa a la que solo tienen acceso los jefazos y en la cual solo hay un baño para hombres (todo un indicativo del machismo imperante). Cuca tiene como guía para alcanzar su meta el manual de autoayuda Los cinco secretos de la gente que es alguien, de la gurú Stella Hatto. Sin embargo, seguir los consejos del bestseller de la smokeseller no la lleva a una situación de win win, sino más bien a un estado de ansiedad contenida. Al final, nada de ascenso: a la puta calle.
Así las cosas, Cuca compra por Internet una muñeca hiperrealista con su apariencia a la que introduce dos únicos textos en su memoria interna: el citado libro de autoayuda y la Biblia. Con este bagaje, la manda de vuelta a la empresa a ver qué pasa… y lo que ocurrirá a continuación no te sorprenderá, pero dejará un reguero de risas. La autora se mofa de los discursos vacíos de desarrollo empresarial y crecimiento personal, un lenguaje ridículo de por sí que alcanza el paroxismo en boca de una autómata, que, por otra parte, es indistinguible del resto de tiburones de los negocios.
¿Es Hecha a sí misma un cómic que alcanza “la mejor versión de sí mismo”? No, ni falta que le hace. Es un excelente debut. Alicia Martín Santos sabe exprimir al máximo sus recursos gráficos (sobre todo, el corta/pega) y saca chispa en los diálogos, aunque la historia se alarga algo más de lo que debiera para no caer en cierta reiteración. Eso sí, la próxima vez que oigas hablar de networking o teambulding vas a querer salir por patas, porque tras el humor se intuye mucho terror. Bravo por esta nueva voz para el cómic, y bravo sobre todo por su capacidad para haberse mantenido cuerda en ese mundo.