La lectura de Bacterias (Planeta DeAgostini) no tiene efectos contraproducentes, al contrario. Este tebeo de línea clara -al más puro estilo de los clásicos belgas- nos cuenta la historia del encuentro entre un pintor borrachín y una joven huérfana al cargo de su familia. El cruce de estas dos vidas,que hasta entonces discurrían por carriles paralelos, dará mucho de sí. Estilo, argumento y sensibilidad apuntan a un producto de la ‘bande dessinée’, pero tras el alias de Calo, su autor, se esconde Juan Carlos San Román (Castellón, 1972).

‘Bacterias’, ambientada en el París contemporáneo, nos presenta a Vicent, un pintor bohemio y dipsómano, y a su vecina Elodie, que tiene al cargo a sus dos hermanos y a una hija pequeña. Nada tendría porqué unir a estos dos personajes, pero cuando un día descubren que una de las vecinas de su bloque, una anciana de 90 años, ha desaparecido, sus caminos se encuentran de forma irremediable.

Así comienza una historia costumbrista romántica, con un inevitable tira y afloja entre los dos protagonistas. En medio se ven envueltos los hermanos de Elodie: Olivier, un adolescente en pleno periodo de rebeldía, y Sandrine, una niña sensible que observa el extraño comportamiento de sus mayores.Todos ellos son bacterias, pequeños seres en un mundo que no comprenden y se les escapa, y en el que, sin embargo, se ven obligados a vivir. Para resaltar esta sensación de levedad, Calo introduce saltos hacia la prehistoria y al futuro, de manera que estas minúsculas miserias quedan contextualizadas en la inmensidad del tiempo y el espacio.

Todo este plantel conforma un cuadro en el que se mezclan el humor y la sensibilidad a partes iguales, con un dibujo en línea clara que, a los seguidores de Hergé, sorprederá por su aplicación a una trama adulta con tan excelentes resultados. Aunque este tebeo rezuma buen hacer, quizás se vea un tanto empañado por el empeño en tratar de dar empaque a una trama ligera con escenas a lo ‘2001. Una odisea en el espacio’, que tienen su sentido en el desarrollo de la historia, pero despistan un poco al lector. Aún así, ‘Bacterías’ es todo un soplo de aire fresco para aplacar los calores del verano.

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