Aunque hace ya un tiempo que se publicó la noticia del ‘crossover’ de Spiderman y Obama, es ahora cuando la historieta ha visto la luz en España. Ya está en las librerías, de la mano de Panini, ‘Spiderman. La política norteamericana y la actualidad en los cómic Marvel‘, uno de esos títulos que, como el algodón, no engañan.
Más allá de la historia en la que Obama y Peter Parker unen sus destinos -que tiene más bien poca o ninguna sustancia-, el verdadero interés reside en el estudio introductorio a cargo del veterano Alejandro M. Viturtia y de Julián M. Clemente. Allí se hace un repaso a cómo Marvel ha sido a lo largo de su existencia un espejo que ha reflejado, «desde posiciones progresistas y críticas hacía el poder», la realidad de EE.UU. |
Quizás el ejemplo más claro de esto sea el Capitán América. El capi nació para estampar puñetazos en el morro de Hitler, en 1941; con la fiebre del senador McCarthy se dedicó a perseguir a comunistas; y en los años sesenta, Stan Lee lo recuperó, dejó de lado su pasado mcartista, y le convirtió en adalid contra las injusticias y el racismo. En la era pos 11-S, el Centinela de la Libertad murió tras la Civil War del Universo Marvel, desatada por el Acta de Registro de Superhumanos, trasunto del Acta Patriótica de Bush.
El tebeo, que incluye también ‘Spiderman 11-S’, se cierra con un repaso a todos los presidentes que han pasado por las páginas de La Casa de las Ideas. Por si alguien lo dudaba, Nixon y George W. Bush no salen muy bien parados.
***
Y si de ‘obamanía’ en viñetas se trata, no hay que olvidar ‘Eagle‘, de Kaiji Kawaguchi. Este manga, que ya va por su tercer tomo (de cinco) narra la historia de un candidato a la Casa Blanca de origen japonés. Dibujada en 1997, esta obra ha sido vista por muchos como premonitoria del fenómeno Obama -no cabe duda de que si no fuera por él difícilmente hubiera llegado por estos lares-.
Lo cierto es que su autor ha declarado en alguna ocasión que la idea de meter a un senador Yamaoka en el ‘gran circo de la democracia’ surgió más bien por una cuestión de mercadotecnia, ya que no había otra forma de que en Japón esta temática generara un mínimo interés. |
La verdad es que, aunque ‘Eagle’ está entretenido y muestra, casi con rigor documental, como funciona una campaña presidencial, uno tiene la sensación de que se parece peligrosamente a un adictivo culebrón de sobremesa. Americano a más no poder, eso sí.