‘Platinum End’, de Tsugumi Ohba y Takeshi Obata, Sueisha, 2015
Mirai Kakehashi es un joven estudiante cuya vida es un infierno desde que sus padres murieron en un accidente de coche y fue acogido por sus tíos, que lo tratan bastante mal. Deprimido y desesperado, decide suicidarse saltando desde la azotea de su edificio, pero es salvado por Nasse, un ángel que le ha elegido como su protegido y que, para ayudarle a conseguir la felicidad que tanto anhela, le proporcionará varias armas: unas alas con las que puede volar a grandes velocidades, unas flechas rojas con las que puede enamorar a cualquiera durante un mes haciendo que haga cualquier cosa que el lanzador de la flecha le pida, y unas flechas blancas con las que matar a sus enemigos.
Lo que Nasse no le dice de entrada, sin embargo, es que al aceptar sus regalos también ha aceptado participar en una prueba. Dios ha decidido que ha llegado el momento de retirarse, y su sustituto será elegido en 999 días entre trece humanos, elegidos por trece ángeles. Pero después de haber matado a alguien accidentalmente en su primer uso de sus nuevos poderes, un traumatizado Mirai no tiene ninguna intención de convertirse en Dios. Su única intención es pasar desapercibido y no provocar más daños. Por desgracia, la aparición de otros elegidos le hará imposible su objetivo, especialmente cuando uno de ellos parece decidido a alcanzar la divinidad por medio de la eliminación de todos sus competidores.
Éste es el punto de partida de ‘Platinum End‘, el nuevo trabajo de Tsugumi Ohba y Takeshi Obata, que lleva publicándose desde noviembre de 2015 en la revista mensual Jump SQ publicada por Sueisha. Ohba y Obata son un tándem de guionista y dibujante de gran éxito, y ésta es su esperadísima tercera colaboración, tras las exitosas ‘Death Note‘ y ‘Bakuman‘.
Su argumento recuerda al de ‘Mirai Nikki‘, manga de Sakae Esuno aquí publicado por Ivrea, con su competición para convertirse en Dios y su protagonista que en principio no tiene deseos de participar pero se ve obligado para sobrevivir; de hecho, el propio nombre del protagonista parece indicar que tenían esta serie en mente.
Pero por supuesto la referencia más obvia es su exitosa ‘Death Note’, con un joven obteniendo grandes poderes y una criatura sobrenatural como mentor. De hecho, el primer episodio, en el que Mirai adquiere sus poderes y es animado por Nasse a hacer lo que quiera porque puede, parece que va a ser el comienzo de un descenso al lado oscuro como el que lleva a cabo Light Yagami en dicha obra. Sin embargo, pronto se aleja de esa posibilidad, cuando Mirai decide que no puede usar tan alegremente sus poderes porque las consecuencias pueden ser fatales, y Nasse, que puede no tener conocimientos sobre la ética de los humanos pero sí se preocupa sinceramente por el bienestar de su protegido, acepta que éste es el camino correcto. Sin embargo, aunque en esta ocasión el protagonista sea héroe en vez de villano, está claro que sigue caminos parecidos a la de ‘Death Note’, puesto que la aparición de un villano dará inicio a una sucesión de esos clásicos duelos de ingenio que hicieron grande aquella obra.
La serie está teniendo una buena acogida, beneficiada por su publicación en una revista mensual que, a diferencia de las entregas semanales de sus anteriores trabajos, favorece la publicación de capítulos mucho más largos, permitiendo a los autores desarrollar mucho más las tramas antes de cada ‘cliffhanger’. De momento ya se han publicado los tres primeros tomos recopilatorios en Japón, a tres entregas cada uno, y ya se han vendido los derechos para EEUU, Reino Unido y Francia. A buen seguro que la noticia de su publicación en España no tarda en llegar.