‘The Old Guard’, de Greg Rucka y Leandro Fernández, Image, 2017
Un grupo de mercenarios se reúne para una nueva misión. Sólo son cuatro, pero son los más letales y capaces del mundo. Son soldados veteranos, curtidos en mil batallas. Literalmente. Porque esconden un secreto: son inmortales. Un don que también es un poco una maldición de la que no pueden librarse. No saben cómo ni por qué, pero en algún momento dejaron de envejecer y sus heridas se curan solas. A lo largo de la historia ha habido más como ellos, pero a veces el don desaparecía tan extrañamente como había llegado y morían. Ahora sobreviven haciendo lo que mejor saben hacer y tratando de ocultar su rastro lo mejor que pueden, algo que en el siglo XXI no resulta sencillo.
Liderados por Andy, una guerrera de más de seis mil años de edad que en su día respondió al nombre de Andrómaca de Escitia, este grupo de soldados va a tener que enfrentarse al peor de sus temores: alguien parece haber descubierto su secreto y está dispuesto a capturarlos para tratar de arrebatarles el secreto de la inmortalidad. Al mismo tiempo que, por vez primera en más de dos siglos, una nueva persona adquiere el don y tienen que tratar de encontrarla antes de que su nueva habilidad haga público que existe gente como ellos.
Éste es el punto de partida de ‘The Old Guard‘, serie escrita por Greg Rucka y dibujada por Leandro Fernández, cuyo primer arco, que esperemos tenga continuidad, publicó Image entre febrero y junio de 2017, y que puede ser uno de los mejores cómics de acción que se ha publicado en los últimos años.
Greg Rucka es de sobra conocido. Ganó notoriedad por su serie de novelas sobre el guardaespaldas Atticus Kodiak, antes de debutar en el mundo del cómic en 1998 con ‘Whiteout’, que publicaría con Oni Press, para quienes también realizaría la secuela ‘Whiteout: Melt’ y la serie ‘Queen & Country’, que le valdrían sus dos primeros Eisners en 2000 y 2002. Desde 1998 ha trabajado principalmente para DC, para quienes ha escrito ya a todos los personajes estelares de la editorial, incluyendo algunos de los principales acontecimientos del universo DC en este siglo, y habiendo co-creado junto a Ed Brubaker ‘Gotham Central’, por la que ganaría su tercer Eisner y su primer Harvey. También ha trabajado para Marvel, para quienes ha escrito a personajes como Elektra, Lobezno o Punisher (además de una historia corta de los Vengadores que le valió su cuarto Eisner). En la última década, además, ha vuelto a escribir series con personajes propios, como ‘Stumptown’ (publicada por Oni Press), ‘Veil’ (publicada por Dark Horse), ‘Lazarus’ o ‘Black Magick’ (publicadas por Image), e incluso se ha atrevido a probar con un webcómic, ‘Lady Sabre and the Pirates of the Innefable Aether‘.
Leandro Fernández, por su parte, es un dibujante argentino que lleva desde finales de los 90 trabajando para el mercado americano, principalmente para Marvel, editorial para la que se ha encargado de personajes como Hulk, Punisher o Lobezno. También ha trabajado para DC, ilustrando algunos arcos de ‘Stormwatch’ (de la línea Wildstorm) o ‘Northlanders’ (de la línea Vertigo), y recientemente ha trabajado en dos series junto a Peter Milligan, ‘The Names’ (para Vertigo) y ‘The Discipline’ (para Image), antes de reunirse de nuevo en ‘The Old Guard’ con Rucka, con el que ya había trabajado en 2002 ilustrando el tercer volumen de ‘Queen & Country’.
De momento se ha publicado un primer arco de cinco números, que en agosto fueron recopilados en un tomo. La serie ha tenido un gran éxito de crítica y muy buenas ventas, y ya se han vendido los derechos para llevarla al cine, lo que, unido al hecho de que en la cubierta del tomo pone específicamente “Libro Uno”, hace pensar que es muy probable que vaya a tener continuidad. Sería bueno porque resulta una lectura entretenidísima, y aunque Rucka reconoce haberla escrito sin pretensiones, como una especie de historia pulp exagerada, el resultado demuestra que está en un momento creativo muy dulce.